El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), asegura que están viviendo una situación crítica como consecuencia del parón de la actividad en el estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus.

—La nueva moratoria del Gobierno va a permitir a los autónomos aplazar un mes el pago de impuestos...

—Era algo que estábamos pidiendo pero, desde luego, como viene siendo frecuente en esta crisis del covid-19, vuelve a hacerlo tarde y mal, actuando de forma improvisada. El 14 de abril in extremis aprueba un aplazamiento al 20 de mayo, fecha en la que nadie puede asegurarnos que la actividad haya vuelto a la normalidad o si seguirá habiendo sectores cerrados o confinados. Hay que recordar que las obligaciones tributarias trimestrales se presentaban en el primer trimestre del año del 1 al 20 de abril pero la domiciliación del pago de estos impuestos solo se puede hacer hasta el 15 de abril, es decir, el día en el que se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que permite aplazar dicha presentación. Ya el mes pasado les cobraron la cuota de marzo el día 31 a 3,2 millones de autónomos y ese mismo día aprobaron una moratoria.

—¿Qué problemas afrontan los autónomos?

—Los autónomos están en una situación crítica. Muchos se han visto obligados a cerrar sus negocios, no facturan, no tienen liquidez, pero se ven obligados a hacer frente al pago de impuestos, a pagar sus cotizaciones a la Seguridad Social, al pago de salarios y cotizaciones de sus empleados... Una vez más, los autónomos y empresarios somos los grandes perjudicados en este duro momento.

El Ejecutivo ha dejado en la cuneta a 1,5 millones de autónomos que no tienen acceso a la prestación por cese extraordinario de actividad. El Gobierno tiene que escuchar a los autónomos. Tiene que rectificar, escuchar lo que pide el 80% del tejido productivo de nuestro país, que somos los autónomos, antes de que se destruya el tejido empresarial y el empleo de nuestra economía. Los datos son claros: si el Gobierno no actúa, el 30% de los autónomos pueden verse abocados a cerrar su actividad.

—¿Qué piden ustedes en el terreno fiscal?

—-Son varias cosas las que los autónomos necesitan y nadie los está escuchando. Es fundamental suspender las cuotas que pagan a la Seguridad Social de abril y mayo. Además, se tendrían que dar ayudas directas a los sectores más perjudicados y facilitar todos los trámites, como es la generalización de la declaración responsable para evitar todo el papeleo. También se deberían afinar las medidas ya puestas en marcha como la suspensión de cuotas a quienes hayan visto caer un 75% su facturación: en este momento no tiene sentido que baste una bajada del 40% para acceder a algunas ayudas y un 75% para este gasto. Además, se debería establecer una tarifa plana de 100 euros para cuando el Gobierno decida levantar el estado de alarma. Se avecinan meses realmente complicados.

—¿Ayudan los créditos ICO?

—Desde luego que los créditos ICO no son una mala medida y hay un 30% de autónomos que los han solicitado o los solicitarán en los próximos días. Pero no son una solución. Desde ATA vemos bien la ampliación en otros 20.000 millones de euros de la línea de créditos ICO avalada por el Estado porque pueden suponer oxígeno en vena para los autónomos y pequeños empresarios. Ahora bien, es imprescindible que estos créditos vayan ligados a un compromiso de las entidades financieras y del ICO para que lleguen de verdad a los autónomos porque hemos visto que en muchos casos se ha obligado a los autónomos a avalar el 20% que no avala el Estado.

—Hay 3,2 millones de autónomos, ¿qué peso específico están llamados a tener en la recuperación futura de la economía?

—España es un país de autónomos. Representamos el 80% de nuestro tejido productivo. Por lo que si a los autónomos les va bien, a nuestra economía le irá bien. Por ello es fundamental tomar medidas que ayuden al colectivo, somos una pieza clave si queremos reactivar la economía. Somos el eje vertebrador de muchos pueblos y ciudades. No nos podemos permitir que los autónomos cierren, sería imposible salir de la crisis en «v» que es lo que España necesita.