Los bancos llevan tiempo quejándose de la avalancha de regulación con que las autoridades europeas han respondido a la Gran Recesión para tratar de evitar nuevas crisis. Pero pocas veces con la rotundidad con que lo hizo ayer José María Roldán, presidente de la patronal AEB. «Si la presión es mucha, al final estás empujando a prestar menos», advirtió.

El, precisamente, exdirector de regulación del Banco de España criticó que el Banco Central Europeo (BCE), como autoridad monetaria, «empuja» a las entidades con su política de tipos bajos a tomar recursos baratos y prestarlos. Pero al mismo tiempo, en su área de supervisión, exige a los bancos más capital. Esto último se puede hacer: captando fondos en el mercado, lo cual «no es fácil» en un entorno de rentabilidad mermada por tipos bajos, o reduciendo el balance o prestando menos.

Roldán también lamentó la «subasta al alza» de los requisitos de capital. La normativa internacional de Basilea, expuso, fijó un nivel mínimo del 7%, pero las autoridades europeas lo sitúan ya cerca del 12%. Ello provoca que el «mercado piense que los supervisores ven un daño que los inversores no están viendo». «En Europa tenemos el complejo de haber sido demasiado blandos» antes de la crisis y se corre el riesgo de «por una experiencia de una vez al siglo (la Gran Recesión), poner en peligro la financiación de la economía productiva de los próximos 99 años». P. allendesalazar