Razak Brimah volverá a encontrarse este domingo con un club que le hizo "disfrutar" y vivir el fútbol profesional. El guardameta ghanés del Linares, un todoterreno del balompié español, disputó más de 40 partidos con la camiseta del Córdoba CF, club que le marcó en la plenitud de su carrera y al que nunca volvió a enfrentarse hasta ahora.

Tras un paso fugaz por el Sundowns de la liga sudafricana, Razak regresó a la liga española para defender la camiseta del Linares, club con el que ascendió a Segunda B el pasado verano. El jugador africano lo que es jugar promociones de ascenso. De hecho, lo hizo con el Tenerife y posteriormente jugó un play off de ascenso a Primera con el Córdoba CF, siendo el arquero titular en aquel partido de triste recuerdo para el cordobesismo jugado en Girona.

Sin embargo, en su nueva etapa en España, descarta mirar más allá y plantearse el regreso al fútbol profesional con la zamarra del Linares. "Estoy aquí para disfrutar y para hacer mi trabajo", dijo ayer en conversación con este periódico. Tras "casi un año y medio sin jugar" en Sudáfrica, firmó por el Linares, un club en el que está "contento". Razak Brimah se siente querido "por el club, por la afición y por la ciudad" jiennense. Todos le tratan "muy bien allí", donde se siente motivado y aporta "la máxima ayuda" en cada partido.

Rehúye cualquier pregunta que vaya más allá del partido de mañana, cuando se enfrentara a su exequipo, el Córdoba CF. "Cada partido es una final y el tiempo dirá hasta dónde llegamos", asegura. Razak no se esperaba el descenso del club blanquiverde a Segunda B. Un club "muy especial" para él y al que siempre querría ver "lo mejor, lo más arriba posible".

De hecho, espera que Córdoba y Linares consigan sus objetivos y, por qué no, que jueguen el año que viene en el fútbol profesional. Razak siempre defiende la blanquiverde, ya que tiene "la mejor afición de España, y lo digo allá donde voy". Muy orgulloso de haber defendido sus colores, se alegra de que los cordobesistas sigan "apoyando pase lo que pase, luchando por sus jugadores y defendiendo el escudo".

Su recuerdo de El Arcángel es "inolvidable" y espera poder regresar, en la segunda vuelta, para "saludar a mis aficionados". Eso sí, todas sus alabanzas y sus buenas palabras tendrán un paréntesis de 90 minutos, lo que durará el partido de mañana en Linares. "Estoy con mi equipo, al Córdoba le deseo lo mejor a partir del lunes", asegura.

Piovaccari, un buen amigo

La convulsa situación vivida por el Córdoba CF en el último lustro ha provocado que solo quede un futbolista de aquel equipo del que se despidió Razak en el verano del 2017. Es el delantero italiano Federico Piovaccari, con el que le une una gran amistad. "Tenemos muy buena relación", reconoce Razak, contento de encontrarse en Linarejos con el veterano futbolista transalpino. "Vamos a enfrentarnos y a disfrutar del fútbol, cada uno defendiendo el escudo que representa", resume. Aunque no hayan hablado en los días previos al choque, "seguramente" lo harán antes de comenzar el partido.

De hecho, advierte sobre el nivel de Piovaccari, al que "se le queda pequeña la Segunda B", una categoría en la que "todo el mundo le conoce". Razak espera "hacer todo lo posible para poder pararlo", aunque reconoce que será "difícil".

En un tono cariñoso, recuerda aquellos entrenamientos en los que trataba de atajar los disparos de Pío, su amigo y, durante solo 90 minutos, rival en el césped del Linarejos. "Con un delantero así, durante la semana algo cae", dice, en referencia a los goles que encajaba en las sesiones de trabajo de la Ciudad Deportiva. "Es un futbolista al que siempre me gustaría tener en mi equipo, lucha por todo, nunca deja un balón por perdido, me encanta", indica.

El encuentro será de la máxima presión para el Córdoba CF, con su entrenador discutido por una parte de la afición tras la derrota ante el Sevilla Atlético. Aunque Razak no cree que eso vaya a influir en el devenir del partido. "Un club como el Córdoba CF siempre tiene esa presión, pero sus jugadores tendrán claro lo que hacer y nosotros también, jugamos en casa y queremos ganar".

El domingo se reencontrarán dos viejos amigos a los que unió el fútbol y que, a buen seguro, se darán un fuerte abrazo. Pero eso será tras el partido. Piovaccari intentará marcar y el guardameta africano parar sus disparos. "Así es este deporte". Palabra de Razak.