FECHA: 25 de agosto de 2014.

LUGAR: Estadio Santiago Bernabéu.

PARTIDO: Real Madrid - Córdoba CF (jornada 1 del campeonato nacional de liga de Primera División, 2-0).

LA SITUACIÓN

Tras el aldabonazo en Las Palmas, el cordobesismo contenía la respiración esperando conocer contra quién y dónde se iba a producir el retorno a la Primera División después de 42 años. Tocó el Real Madrid, vigente campeón de Europa, en el Santiago Bernabéu. Después del ascenso más increíble de todos los tiempos, el partido que ni siquiera eran capaces de soñar los más optimistas. Un monumento al exceso para prolongar el éxtasis de un club que había ingresado, contra pronóstico, en la aristocracia del fútbol.

Carlos González se sentó en el palco al lado de Florentino Pérez, un icono del barcelonismo como Chapi Ferrer ocupaba el banquillo blanquiverde y unos cinco mil seguidores se dejaron sentir en las gradas de un estadio Santiago Bernabéu repleto para la ocasión. El Real Madrid, vigente campeón de Europa y con Carlo Ancelotti al frente, aguardaba esa cita a ciegas ante un completo desconocido en la élite. El equipo blanco había pasado unos días de revuelo por la marcha voluntaria de Ángel Di María al Manchester por cuestiones de dinero: el argentino consideraba escaso un sueldo que era superior al montante de toda la plantilla cordobesista. También andaban escocidos por la derrota ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de España. Así estaban las cosas. La sensación era auténticamente excitante.

¿QUÉ OCURRIÓ?

En el Madrid, Ancelotti no se guardó nada. Cristiano Ronaldo abanderó a una formación que salió con aires de grandeza, dispuesta a fumigar con el napalm de su fútbol a esa tropa de desconocidos vestidos de negro que comparecían en su casa con el cartel de víctimas colgado al cuello. Pero la avalancha no fue tal. Los anfitriones tuvieron más la pelota, como les correspondía, pero el Córdoba mantuvo prietas las filas y no concedió margen de maniobra a los blancos. Los cánticos desde la zona de los hinchas blanquiverdes estimularon aún más a un equipo que tuvo un despliegue físico encomiable.

Juan Carlos, Gunino, Íñigo López, Pantic, Crespo, Fausto Rossi, López Garai, Pinillos, López Silva, Ryder Matos y Mike Havenaar formaron el once del Córdoba. Fede Cartabia, Fidel y Xisco salieron después. Por parte del Real Madrid jugaron Iker Casillas, Pepe, Sergio Ramos, Arbeloa (Carvajal, 71'), Marcelo, Toni Kroos, Modric, James (Isco, 71'), Gareth Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Khedira, 75'). A la media hora marcó Benzema.

El "sí se puede" que gritaba la hinchada cordobesista ponía un toque de bello surrealismo al escenario. Xisco marcó el gol del empate en el minuto 70, pero el árbitro Gil Manzano anuló la acción por posición de fuera de juego del balear, que remachó un despeje de Casillas. Ancelotti sacó a Carvajal para taponar los boquetes que dejaba Arbeloa, desbordado por los extremos blanquiverdes. Cerró el partido Cristiano en el minuto 89.

¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?

Tras esa derrota con buena imagen en el Bernabéu, el Córdoba no le cogió el pulso a la Primera División. Sacó cuatro puntos gracias a cuatro empates las ocho primeras jornadas y Ferrer, el técnico del ascenso, fue destituido. Djukic hizo reaccionar al conjunto lo suficiente como para albergar esperanzas, pero el Córdoba se despeñó con estrépito en una segunda vuelta infame, en la que no ganó un solo partido: en El Arcángel los perdió todos. Hizo dos puntos sobre 57 posibles. Descendió a Segunda. Y el Madrid no ganó la Liga ni la Champions. Ambas se las llevó el Barcelona.