Álvaro Aguado se formó en el club de su tierra, el Jaén, y tras pasar por las canteras de Villarreal y Levante volvió al equipo blanco la pasada temporada, con el que consumó el descenso a Tercera. Fichado por el Córdoba, estuvo en su segundo equipo la primera vuelta y su buen rendimiento le llevó a debutar con el primero en una situación deportiva al límite.

-¿Es cierto que el Córdoba le fichó con una cláusula de rescisión?

-Tenía una cláusula de 6.000 euros que bajaba a 3.000 si el Jaén descendía, lo que ocurrió, y el Córdoba abonó la cláusula. Empecé en el filial, jugué la primera vuelta entera con Jorge Romero y respondí bien. Jorge subió al primer equipo y de la mano de él subí yo, me dio la oportunidad e igual que Sandoval no dudó y confió en mí desde el primer día.

-¿Ahora que está asentado en el primer equipo, siente presión?

-No, es algo que se me da bien y no me cuesta hacerlo. Las cosas que no se me dan bien como los estudios, me ponen más nerviosos, pero el fútbol no se me da mal desde pequeño. Intento hacerlo lo mejor posible, como si no hubiera nadie en la grada.

-¿En qué posición del centro del campo se siente más cómodo?

-Donde me ponga el míster estoy bien. Siempre intento asociarme y sacar el balón, pero si puedo elegir prefiero jugar de organizador y de cara a la portería.

-Se le ve muy a gusto con Edu Ramos detrás.

-Con jugadores de la talla de Edu Ramos siempre es más fácil jugar, siempre te guarda las espaldas y te cubre por si tienes un fallo. Es una alegría jugar con él.

-¿Y se ve de titular con Reyes?

-¿Por qué no? Es un ídolo de la afición, ha ganado muchos títulos y es un referente para todos. Aprendo mucho de él.

-¿Hay algún jugador que le aconseje en el vestuario?

-Desde que subí del primer equipo Aythami siempre me da consejos o me regaña por mi bien. Y luego Alfaro, Guardiola y Reyes son mis pilares fundamentales, están siempre encima de mí y me dan cogotazos cuando es preciso.

-Y ahora Vallecas, un campo difícil.

-Es un partido más, es contra el primero y un campo complicado, pero estamos en una situación tan difícil que ya todos los partidos son finales, y este es otra más.

-¿Afectó mucho al ánimo del equipo las dos derrotas ante la Cultural y el Huesca?

-La verdad es que sí, no te voy a engañar. Llevábamos una dinámica muy buena y el partido de la Cultural fue un palo muy duro porque los números en caso de victoria sí cuadraban. Luego vino a Córdoba el Huesca, jugamos bien pero en cuatro errores nos metieron cuatro goles.

-¿Es posible la salvación?

-Claro que sí, estamos a cuatro puntos y tiene que venir el Almería. Ganando tres partidos de los cuatro que quedan se puede conseguir la salvación.

«¿Jugar en Segunda B con el Córdoba? Ni me lo planteo porque no vamos a bajar»

-¿Cree que alcanzar tan pronto la igualada con la permanencia produjo relajación?

-Para mucha gente puede ser pero para nosotros no. Hemos venido sufriendo tanto tiempo que sabemos que no nos podemos confiar. Nos han dado dos palos muy duros pero no fue por relajación, sino por fallos que cometimos.

-¿Jesús León o Luis Oliver os han transmitido algún mensaje esta semana?

-Como en todos los partidos, nos transmiten todo su apoyo y confían en nosotros, y ahora hay que devolverles su confianza.

-El filial se juega la vida en Lucena este fin de semana. ¿Qué puede decirle a la afición?

-Pues que apoye al Córdoba B porque lo necesita. Todos los que no puedan ir a Vallecas que se desplacen a Lucena, mis compañeros se lo merecen.

-¿Si el Córdoba desciende jugaría en Segunda B?

-No lo sé, tengo contrato aquí y debo de quedarme. Queda muy lejos eso todavía, no pienso en jugar en Segunda B porque que el Córdoba no va a bajar, ni me lo planteo.