Gareth Bale heredó el papel de líder abandonado por Cristiano Ronaldo y asumió el reto de ser el nuevo referente de un Real Madrid que derrotó con comodidad al Getafe (2-0), sin grandes exigencias, con tantos de Dani Carvajal y el galés, levantándose del varapalo de la Supercopa de Europa.

El Real Madrid de Lopetegui comienza a tomar forma. Necesita resultados en el proceso mientras busca el fútbol deseado. Apunta maneras en el inicio de un camino para el que necesita referentes, el paso al frente que deben dar jugadores para que la sombra de Cristiano no sea alargada. Bale lo asume con gusto y voluntad. En el papel que exigía para no marcharse.

Lopetegui mantiene la jerarquía de Keylor Navas bajo los palos. El estreno liguero era un buen momento para presentar en sociedad a Courtois, pero el técnico mide el efecto del golpe anímico que daría al costarricense. Salió tocado con los cuatro goles de la Supercopa y recuperó confianza sin ser exigido por el Getafe.

Lopetegui dio confianza a Ceballos con la titularidad. El Bernabéu deja licencia para sentar a Casemiro si no está al máximo tras un golpe. El dominio rebaja la exigencia del mediocentro y Kroos se bastó para que no se añorase al brasileño. A la velocidad del juego madridista le faltó continuidad en las llegadas. La movilidad de los tres de arriba genera inestabilidad defensiva al rival. Bale, enchufado, crea peligro por donde aparezca. A pierna cambiada, en la derecha, busca salida para el disparo de zurda, por el centro engancha remates, uno lo repelió el travesaño y en su zona natural, la banda izquierda, creó la jugada del primer gol. Su centro lo despejó con el puño David Soria con la mala fortuna de que le cayó a Carvajal, que solo tuvo que poner la cabeza para, suave y picado, abrir el marcador a los 20 minutos. Hasta entonces una grada que presentaba la peor entrada en años, aplaudió la entrega defensiva de Isco y algún gesto técnico de altos vuelos o una acción individual de Benzema que buscaba el camino a la cita con el gol que este año debe incrementar. El Madrid demandaba más de Asensio, que no asomó por esa zona donde Cristiano rascaba acciones de gol a espaldas del punta. Varios centros quedaron sin remate porque nadie poblaba la zona. Finalmente, Bale encontró su gol en el minuto 51, dando broche a un partido que el Getafe apenas peleó.