La ensaladera es el trofeo y el torneo sigue llamándose Copa Davis, pero poco o nada tiene que ver con la competición que en 1900 puso en marcha Dwigth Davis. La revolución de la centenaria competición llega con un sueño que tuvo Gerard Piqué y que se hará realidad a partir de este lunes en la Caja Mágica de Madrid con la participación de 18 países en busca del título más prestigioso del tenis por equipos.

La idea nació en la cabeza del defensa del FC Barcelona mientras participaba en la Copa del Mundo de fútbol en Sudáfrica 2010 en la que España ganó el título por primera vez. Su amigo Iván Modia, periodista, mánager de futbolistas, apasionado del tenis y actual Jefe de Operaciones de Kosmos Tennis, la empresa que se creó para organizar el evento, le había propuesto comprar los derechos de algún pequeño torneo de tenis, pero esa idea no convenció a Piqué. "¿Quieres hacer un torneo de mierda o salir algún día en la Wikipedia?", cuentan que dijo.

Piqué quería algo más grande. Una Copa del Mundo como en el fútbol. Y con esa idea empezó a trabajar con un reducido grupo de colaboradores para ponerse en contacto con jugadores y gente del tenis. Esas conversaciones le hicieron ver los problemas de la Copa Davis, una competición que estaba estancada y que los propios tenistas llevaban tiempo pidiendo cambios en su formato a la Federación Internacional de Tenis (ITF).

"Gerard es una persona que cuando quiere una cosa la quiere para ayer", dice Javier Alonso, el ejecutor del proyecto que ha transformado y estructurado esa ilusión del jugador del Barça. Su experiencia durante 10 años en DORNA, donde fue uno de los máximos responsables de la transformación del Mundial de motociclismo, ha sido decisiva. Son dos mundos parecidos en muchas cosas, pero también opuestos. Los pilotos están más unidos en el tenis, cada uno va a lo suyo, dice Alonso.

Idea revolucionaria

La cuenta atrás del sueño comenzó en diciembre del 2017 cuando lo responsables de Kosmos se reunieron por primera vez con David Haggerty, elegido presidente de la ITF para proponerle de nuevo un proyecto que ya se había presentado en la época del anterior presidente, Francesco Ricci Bitti. "En el 2014 nos reunimos con Piqué en las oficinas de su empresa para conocer la propuesta, pero no se llegó a formalizar nada", explica Joan Margets, entonces vicepresidente ejecutivo de la ITF y presidente del comité de Copa Davis, que acudió junto a Andrew Walker, director comercial.

"El 'board' desestimó la oferta. Las posiciones eran muy distantes en cuanto al formato de la competición. La ITF quería mantener una fase potente de clasificación con las tradicionales eliminatorias en cada país y se estudiaba una Final Four en una sede concreta", explica Margets. El proyecto también se ofreció a la ATP pero igualmente acabó descartándolo, aunque después lo ha recuperado con una competición por equipos, la ATP Cup, que en enero del 2020 se pondrá en marcha en Australia.

"Haggerty lo vio claro desde el primer momento. Sabía que la Copa Davis estaba tocada. Le encantó la idea y a partir de ese momento entramos en una carrera contrarreloj", cuenta Alonso. "Se partía de cero y teníamos seis meses para convencer al tenis del cambio de la Davis.

En febrero del 2018 el 'Board of directors' de la ITF dio el visto bueno por unanimidad en una reunión en Barcelona en la que se analizó el sistema de competición y pidieron algunos cambios para poder presentarlo con éxito en la asamblea de la ITF que se iba a celebrar el 16 de agosto en Orlando.

"Nuestro concepto era más empaquetado. Dos semanas con 24 equipos y sin clasificaciones, pero escuchamos a las federaciones y optamos por la fórmula mixta actual con eliminatorias previas para continuar teniendo la opción de jugar en casa", explica Alonso.

Meses de locura

Hasta el 16 de agosto, Piqué y, especialmente todo su equipo, apenas seis personas entonces, se dedican a viajar y explicar el proyecto en las asambleas continentales de la ITF, a las federaciones y a todo el entorno del tenis. "No fue fácil. La gente es reacia a los cambios. Nuestra ventaja, si había alguna, era que Kosmos era pequeño, empezábamos de cero y aceptábamos los consejos y cambios con tal de tirar adelante el proyecto. Éramos maleables. Con otros interlocutores, como IMG, habría sido imposible", valora Alonso.

Piqué se implicó mucho. Llamaba por teléfono a los presidentes de federación para explicarles su idea. Tenía difícil viajar porque estaba en plena temporada con el Barça. Muchos días llegaba al despacho en chándal y pasaba horas. "Gerard es un apasionado que se implica, le encanta esto y que, por encima de todo, quiere que funcione", recalca Alonso.

En esos meses de locura Galo Blanco, extenista y exentrenador, ahora máximo responsable de la Copa Davis junto a Albert Costa, director del torneo, se encargó de contactar y facilitar las conversaciones con jugadores, entrenadores y mánagers, además de trasladar sus dudas y propuestas ante el cambio.

"Para nosotros es vital que el jugador se sienta cómodo, que disfrute de la competición. Los cambios no son fáciles de entender y menos en un mundo tan profesionalizado. Tener un deportista cabreado es malo para cualquier deporte y para la competición", apunta el máximo responsable de Kosmos.

El mejor gol de Piqué

Aprobado el formato de competición por el 'board' llegaba la hora de la verdad el 16 de agosto. El día D. Conseguir la aprobación de la asamblea de la ITF en Orlando. Había que convencer a las federaciones que tenían dudas con el proyecto. La unanimidad no existía y potentes federaciones como la de Australia, Alemania o Gran Bretaña eran totalmente contrarios al cambio. Decían que se mataba la Copa Davis, que era otra competición. "No es cierto, es una evolución. La Copa Davis ya ha tenido tres grandes cambios en su historia", argumenta Alonso.

No fue fácil. El contrato de 255 páginas no se firmó hasta media hora antes de empezar la asamblea de la ITF y en algún momento se temió que se rompiera. Piqué estuvo ausente en esas discusiones. Llegó el mismo día 16 a las 7 de la mañana en un vuelo privado alquilado por Kosmos tras recibir permiso del FC Barcelona a dos días del inicio de la Liga.

Durante los días anteriores se había preparado y pactado el parlamento con la ITF, cada punto y cada coma, sin contar con Piqué. "Esto ya lo podéis tirar. Voy a decir lo que yo pienso", dijo tras leerlo. Piqué les dijo a los presidentes que era el momento de un cambio. "Estoy aquí para ayudar, la Copa Davis tiene que ponerse en el lugar que se merece. No soy nadie para decir qué tenéis que hacer. Vengo con una idea y propongo que la desarrollemos juntos".

La espera del resultado de la votación fue tensa. Todo el equipo de Kosmos estaba en un pasillo junto a una puerta que Piqué abría una y otra vez para escuchar lo que se decía en la asamblea. En una de esas veces un miembro de seguridad le dijo sonriendo: "You have won" (Habéis ganado). "Lo celebramos como si Gerard hubiera marcado el gol que daba la Champions", recuerda Alonso. Se aprobó con el 71,43 % de los votos a favor (325, sí; 130, no y 4 abstenciones).

Contrato de 3.000 millones

Aquel si suponía que Kosmos Tennis adquiría los derechos de explotación de la Copa Davis durante 25 años por 3.000 millones de dólares (2.633 millones de euros). Una cifra tan espectacular como la misma durabilidad del acuerdo. Los jugadores recibirán una bolsa de 18 millones para premios por jugar la Copa Davis y la ITF tendrá otros 38 para la financiación de proyectos y programas de desarrollo para las federaciones con pocos recursos.

"Perderemos dinero los dos o tres primeros años, pero es un proyecto a 25 y necesitamos ese tiempo para recuperar la inversión", admite Alonso ante las cantidades millonarias en juego. Firmado el contrato, en un año había que buscar una sede para las primeras Finales de la Copa Davis by Rakuten. Kosmos tenía propuestas de Japón y de China pero se optó por Europa por la tradición del tenis y se eligió Madrid como sede por las instalaciones de la Caja Mágica, además del atractivo de una ciudad cosmopolita y conectada con todo el mundo. El contrato es de dos años por 10 millones de euros anuales y no se descarta la continuidad, aunque hay varias ofertas para el 2021.

Esperando a Nadal

A 48 horas del primer saque en la Caja Mágica todo está preparado. Las instalaciones hace días que acogen a los tenistas que se han encontrado un escenario muy diferente al que conoce del Masters 1.000 de Madrid. Las pistas de tierra se han sustituido por pistas duras de greenset, cada equipo tiene un vestuario particular, incluso las pistas exteriores de entrenamiento se han cubierto con grandes toldos. El impacto económico que supondrá el evento se calcula en más de 40 millones de euros y se espera la presencia de más de 100.000 espectadores, de ellos 16.000 serán extranjeros. Todo parece a punto. Ya solo faltan por llegar Rafael Nadal y Novak Djokovic a la fiesta del tenis que ha organizado Piqué.