La única copia conocida del manuscrito del Cantar del Mío Cid, la primera gran obra de la literatura escrita en castellano, se encuentra en la Biblioteca Nacional de España desde 1960, pero será la próxima semana cuando, por primera vez en la historia, los ciudadanos puedan acercarse a observar este tesoro.

Es el Códice del Mío Cid, del siglo XIV: 74 hojas de pergamino con el cantar de gesta que relata las hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de vida del caballero Rodrigo Díaz, el Cid Campeador. El manuscrito del Cantar del Mío Cid se podrá ver desde el día 5 en la BNE. El camino recorrido por este códice es largo, aunque su trayectoria conocida comienza en 1596, cuando fue encontrado en el archivo de la localidad burgalesa de Vivar del Cid. De allí fue trasladado al convento de monjas clarisas del pueblo, donde permaneció hasta 1776, cuando Emilio Llaguno y Amírola, secretario del Consejo de Estado, se lo llevó a un bibliotecario real. El rastro del códice se pierde hasta poco antes de mediados del siglo XIX, para ser posteriormente adquirido por el marqués de Pidal, en cuya familia permaneció y fue objeto de estudio por expertos, especialmente por Ramón Menéndez Pidal.

Fue Menéndez Pidal quien se decidió a transcribir este códice que, a finales de 1960, adquirió la Fundación Juan March para donarlo al Ministerio de Cultura. Ahora, la BNE, junto a la Fundación Ramón Menéndez Pidal y con la Fundación Ramón Areces, han organizado la exposición Dos españoles en la historia: el Cid y Ramón Menéndez Pidal, que se puede visitar del 5 de junio al 22 de septiembre. El códice solo podrá verse hasta mediados de junio debido a las medidas de conservación que deben adoptarse.