La publicación del libro de Pablo García Baena Un navío cargado de palomas y especias coincidió recientemente con la exposición que homenajeaba al autor en Málaga bajo el título de «Pablo García Baena, la vida es como un bosque» (inaugurada en Córdoba el paso 23 de abril), en la que desde el 5 al 27 de septiembre se ha reunido en forma de paneles en el Centro Andaluz de las Letras (CAL) -según ha publicado la prensa- «a un amplio equipo de profesores, periodistas, autores, investigadores y amigos para trazar un retrato de Pablo Garcia Baena...». Es cierto que el admirado poeta cordobés no ha dejado de ser actualidad en todo 2018, al ser declarado Autor del Año por la Junta de Andalucía, razón suficiente para que el pasado mes de abril se le dedicara, con selección, notas y estudio preliminar de Guillermo Carnero, el citado libro-antología Un navío cargado de palomas y especias. Una publicación ahora por tantos motivos imprescindible que ofrece la doble vertiente de revisar la poesía de Pablo García Baena desde el punto de vista crítico y desde la lectura acompasada de sus propios versos, dos facetas que Guillermo Carnero atiende adjudicándole, en el primer caso, lo que es un pequeño ensayo de veinte páginas y en el segundo un completo repertorio lírico de otras ochenta y tres. El seguimiento de ambos apartados pone ante nosotros la grandeza, la luminosidad, la fortaleza lírica de un poeta que ha mantenido la luz de Cántico sin desfallecer, pero que al mismo tiempo ha hecho crecer, desde aquellas raíces comunes poéticamente renovadoras, una obra propia en la que se ha volcado sin prisa porque sabe que el orfebre auténtico debe proceder con paciencia y darse a la minuciosidad de su oficio.

La poesía de Pablo -como anota en la presentación de este libro el consejero de la Junta Manuel Ángel Vázquez Bermúdez- «excede a su propia cronología y brinda a las generaciones futuras la percepción de que es posible la resistencia frente a la destrucción, que el barroco convive con la sencillez y que la fe más profunda consiste en creer en los nuestros».

Y Guillermo Carnero, tan vinculado por sus lecturas y sus dilatados estudios al Grupo Cántico, sabe situar en esa perspectiva, y a la perfección, a Pablo García Baena, atestiguando en su biografía «la presencia de Cántico entre los novísimos de Barcelona y Madrid», ante los que el propio Pablo -según recoge Carnero- comentaría: «Si ellos se alimentan de nosotros, nosotros tomamos de ellos ese nuevo espíritu de vida». Por eso el prestigioso crítico señala que lo que define a Cántico -y remarca que sin duda a García Baena- es: «cuidado extremo de la palabra, neobarroquismo, intimismo culturalista». Precisamente apoyado en esta afirmación pasa a estudiar en un epígrafe «La poética de Cántico» (pp. 18-23), basándose para ello en abundantes textos de Ricardo Molina. Es así como Carnero se centra a continuación, y en primer lugar, en la poética de García Baena en «Santoral al dorso», haciendo muy puntuales comentarios de su primer poemario Rumor oculto, que enlaza con otros como Mientras cantan los pájaros, Antiguo muchacho o Junio y otros posteriores, particularmente Antes que el tiempo acabe. En segundo lugar analizará «La técnica del verso» , partiendo también de Rumor oculto («libro experimental en el que Pablo García Baena se propuso adquirir el instrumento verbal adecuado a la expresión de su mundo interior») y accediendo a otros en los que el poeta «perfecciona el verso y el versículo caudaloso y de cuidada musicalidad» a la vez que «adquiere el caudal y la profundidad del poema largo». Cuando Carnero concluye de Pablo que «su maestría en el manejo del verso y de la palabra lo ponen a la altura de los más grandes poetas españoles del siglo XX», se da pie a que el lector pueda acceder a los grandes poemas de Pablo recopilados como antología: un total de cuarenta y un títulos procedentes de sus libros más significativos, desde ese primero citado que es Rumor oculto hasta el último de 2006 Los Campos Elíseos. Aunque sea a salto de página leeremos versos tan sensuales y sonoros como «Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona/siento los dientes fuertes de tu fiel calavera»; como «Sólo tu amor y el agua... Octubre junto al río/bañaba los racimos dorados de la tarde»; o «Entre la noche era la madreselva como música»; o «Desnúdame, no tengo ya otra cosa./El labio casi helado de besar tanta muerte». Con esos 41 poemas correspondientes a otros nueve poemarios, Pablo García Baena queda presente en este libro antológico de Guillermo Carnero, para quien el poeta «era un maestro con cuya desaparición pierde la poesía española una irreemplazable clave de bóveda».

La poesía del gran Pablo, a la que se están dedicando renovadas páginas tras su fallecimiento, ha vuelto a ser actualidad este pasado 5 de septiembre cuando, coincidiendo con la apertura en Málaga de la exposición mencionada, se presentó igualmente al público la antología en versión italiana Rumore oculto. Y es actualidad literaria que se ha reproducido tras anunciarse en diferentes medios periodísticos que se van a editar sus sonetos en la editorial Renacimiento y que está próximo a aparecer su libro inédito y póstumo Claroscuro, «que verá la luz en enero, en el primer aniversario de su muerte en la editorial Pre-Textos, en colaboración con la Fundación Gerardo Diego». Si a estas primicias unimos la de que antes de que finalice el año se publicará un conjunto de artículos de reconocidos críticos literarios, coordinados por Francisco Morales Lomas y Remedios Sánchez García, bajo el título de La poesía de Pablo García Baena, se verá que Pablo, el gran Pablo, está vivo y es autor de culto inextinguible.

‘Un navío cargado de palomas y especias (Antología)’. Selección y notas: Guillermo Carnero. Edita: Junta de Andalucía, 2018.