Circula estos días en las redes sociales la presencia en la ermita de San Antonio de Pozoblanco de una imagen poco común en las iglesias españolas, la de san Juan Gabriel Perboyre. Este santo, al que ya hay quien ha comenzado a llamar el "patrón del coronavirus, tiene una curiosa relación con la pandemia que azota al mundo entero. De origen francés, en el año 1840 el entonces sacerdote fue martirizado, colgado de una cruz y muerto por asfixia -en realidad fue por estrangulamiento- en un punto no determinado de la actual ciudad china de Wuhan, origen del coronavirus.

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Aunque la iglesia local se ha apresurado a desmentir el supuesto patronazgo, ve con buenos ojos que los fieles se encomienden al santo de origen francés en esta época de enfermedad y confinamiento por coronavirus, debido a las coincidencias que relacionan su muerte con algunos síntomas del covid-19. Similitudes suficientes para que algunas personas decidan pedirle intercesión ante la enfermedad.

La imagen del religioso, que fue canonizado por Juan Pablo II en el año 1996, se encuentra en la popular ermita pozoalbense tras ser donada el siglo pasado por una familia del municipio devota del santo. Si hasta ahora ha pasado desapercibido, sin duda esta historia animará a visitarlo.

La imagen de san Juan Gabriel Perboyre, en uno de los muros de la ermita. Foto: RAFA SÁNCHEZ