La tradicional pisa de la uva, en la que se extrae el mosto a la antigua usanza para ser ofrecido a Nuestra Señora de las Viñas, patrona del Noble Gremio de la Vid y el Vino, volvió a reunir anoche a centenares de montillanos en la Plaza de La Merced, en el corazón mismo del barrio de El Gran Capitán, donde la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas había instalado la popular artesa junto a la conocida «iglesia chica».

Tras la Misa Flamenca, que se celebró, un año más, en las instalaciones de Bodegas Pérez-Barquero, la Agrupación Musical La Unión de Montilla inició un pasacalles desde el parque Párroco Antonio Gómez para, posteriormente, encabezar el cortejo procesional que llevó la pequeña imagen de la Virgen de las Viñas hasta una abarrotada Plaza de La Merced.

Escoltada por jinetes, amazonas, coches de caballos y niños ataviados con trajes de flamenco que portaban canastillas de uva, la efigie de la Virgen se ubicó en el escenario donde recibió la simbólica ofrenda del primer mosto del año, justo después de que se ordenase el inicio de la vendimia. Y la encargada de hacerlo fue la Vendimiadora Mayor, Inmaculada Luque Vílchez, que estuvo acompañada por su corte de damas, formada por Rocío Belén Montoya, Aurora Arrabal, Laura Márquez, Eva Ruz, Victoria Arjona y Cristina Sicilia.