Las obras de la plaza de Andalucía de Baena comenzarán mañana miércoles y tienen como objetivo, además de reformar la plaza, hacer una plataforma única, «será una zona donde el peatón mande sobre el coche», según explicó el primer teniente de alcalde, Ramón Martín. Esta intervención está unida a la reforma de la plaza de España y la avenida de Castro del Río.

El presupuesto final de estas obras es de unos 287.000 euros con un plazo de ejecución de tres meses y están incluidas en el programa de movilidad peatonal del IDAE. Un proyecto que se presentó en el programa de economía baja en carbono para las entidades locales con fondos Feder. Forma parte del Plan de Movilidad Urbana Sostenible y se propone favorecer el caminar en ejes peatonales como la avenida de Castro del Río y el «uso estancial» en plazas como la de España y la de Andalucía. En esta última, Martín informa que «solo quedarán tres aparcamientos y la zona de carga y descarga».

El objetivo es «mejorar la calidad de vida con la semipeatonalización». Una vez que finalicen las obras de la plaza de Andalucía, «en función del replanteo, la empresa continuará en la avenida de Castro del Río o en la plaza de España, ya que son tres obras en el mismo proyecto». En la plaza de España está previsto peatonalizar una parte para que no tenga obligatoriamente que seguir funcionando como glorieta de tráfico motorizado. Se dispone para ello de una plataforma única.

La alcaldesa, Cristina Piernagorda, por su parte, anunció que la próxima semana se iniciarán las obras de la calle Salvador Muñoz. Añade que este martes se reúne con la empresa adjudicataria «para causar las menos molestias posibles a la ciudadanía». Las obras de Salvador Muñoz «son más rápidas porque se trata de hacer plataforma única». Esto permitirá la circulación, pero se regula el tráfico para que los vehículos vayan más despacio, en un solo carril, desde el cruce de la avenida Padre Villoslada hasta el polideportivo. Los aparcamientos que hay actualmente en la puerta del polideportivo y la biblioteca desaparecen y se convertirán en zona verde y se contempla en el proyecto que los aparcamientos vayan en la zona tras del pabellón cubierto. El presupuesto es de 400.500 euros.

La alcaldesa quiso pedir disculpas a los vecinos y «mucha paciencia» porque todas obras se llevan a cabo por un «bien común» y confía que sea en el menor tiempo.