Luis Ojeda Cabezas, de 36 años, se ha decidido por la moringa, planta de origen indio que cuenta con «infinidad de propiedades, tanto en farmacia, alimentación, en la depuración del agua y es, incluso, un combustible natural». En el 2017 comenzó sus catas, plantando una hectárea en la finca ‘El Cerco’, de Argallón, y lo hizo en terreno franco arenoso, arcilloso y pedregoso, obteniendo buena respuesta, especialmente en los dos primeros. Tras trabajar durante once años en una empresa, Luis Ojeda se ha autoempleado y actualmente busca apoyo en las administraciones, destinado a instalaciones de energía solar, cerramientos o habitabilidad, que le permitan continuar con este proyecto y poder «vivir en mi pueblo». Su planta dura entre 8 y 10 años y le recogen la producción.