Bomberos del Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios de Córdoba, junto a operarios de la empresa mixta Aguas de Montilla y técnicos del Ayuntamiento, han iniciado esta semana las labores de limpieza del aljibe de El Cuadrado que, en el verano del 2017, provocó la finalización abrupta de la campaña de baños en el complejo de piscinas municipales a causa de un vertido de aguas negras provocado por los sedimentos de ceniza acumulada procedentes de una tonelería cercana.

Según detalló a CÓRDOBA la teniente de alcalde de Servicios, Raquel Casado, los trabajos iniciados este martes permitirán culminar con las actuaciones que se llevaron a cabo en septiembre del 2017 y que, además de permitir localizar el origen del vertido, sirvieron para descubrir la antigua canalización de aguas de la ciudad y el inicio de una investigación académica sobre la misma. «En una primera fase se hizo un vaciado del aljibe y ahora se está retirando todo el sedimento acumulado», explicó la edil.

Los trabajos han movilizado a un gran número de efectivos del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, así como a técnicos de Aguas de Montilla y del parque de bomberos de la localidad porque, según Raquel Casado, «se trata de una actuación que conlleva un importante trámite en materia de seguridad y de coordinación».

En este sentido, la concejala quiso agradecer la colaboración de los montillanos que en los últimos días han trasladado a los técnicos municipales la existencia de aguas negras en el arroyo de El Cuadrado, a la vez que ha aclarado que estos vertidos se deben al movimiento del sedimento que se está retirando en el aljibe, situado a las espaldas del antiguo hospital Virgen de las Viñas. «Se trata de un vertido puntual y no es tóxico», aclaró Casado, quien recordó que, en el caso de la piscina, el vertido del 2017 tornó en verde el agua de la piscina municipal como consecuencia de la reacción con el cloro empleado, si bien «no supuso ningún riesgo para los bañistas».