La Empresa Nacional de Residuos Nucleares (Enresa) está investigando cómo se ha filtrado agua de lluvia dentro de una de las celdas de almacenamiento del cementerio de El Cabril en Hornachuelos, según refleja un informe del Consejo de Seguridad Nuclear. Dicho informe, que se entrega anualmente al Congreso, recoge que los análisis realizados hasta el momento descartan el riesgo, dado que «los resultados obtenidos son inferiores al límite inferior de detección». El hallazgo de esta anomalía se produjo en una comprobación periódica en los depósitos de agua de lixiviados de la celda 29, en diciembre del 2017. En ese momento, según revela el informe, se estimó que «estas cantidades anómalas se deben a la entrada de agua de lluvia en la estructura de la celda durante los trabajos de cierre de la sección 1 y acondicionamiento de la sección 2».

El coordinador andaluz de IU, Antonio Maíllo, mostró ayer su «preocupación» por un hecho que considera «muy grave» y dijo que pedirá información a la Junta sobre «cómo se ha podido producir esa filtración y no se han activado mecanismos de seguridad y de prevención».