Ayer dieron comienzo los actos conmemorativos del 50 aniversario del embalse de Iznájar, con un encuentro técnico y profesional por el turismo sostenible en torno al pantano.

Durante la inauguración del encuentro, en el que han participado el alcalde de Iznájar, Lope Ruiz; el ingeniero técnico en Córdoba de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Antonio Ramón Guinea, y el presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, se destacó la importancia del embalse como punto de referencia no solo acuífera y para el sector del regadío y la hidrografía, sino como un estandarte del desarrollo turístico y rural de la zona centro de Andalucía y de las comarcas de la Subbética en Córdoba y de Loja en Granada, que también bañan el embalse. A este encuentro asistieron un centenar de empresarios y empleados públicos y privados del sector turístico.

«Hace 50 años el paisaje de la comarca y del pueblo de Iznájar, junto a otras localidades cercanas, cambió por completo con la construcción de este embalse. Fue duro pero, tras estos 50 años de caminar de la mano y de convivir con él, es el momento de mirar al futuro junto a sus aguas. El embalse también es desarrollo rural. Por ello, queremos ser la locomotora de este nuevo embalse y que sea todo un emblema y ejemplo de impulso económico, de fijación de población y destino turístico. Para ello pido la implicación de todos: agricultores, regantes, empresarios, administraciones locales, regionales y autonómicas, para que todos podamos vivir del embalse», afirmó Lope Ruiz.

Entre los temas que se discutieron destacaron los retos inmediatos para un turismo sostenible en el embalse de Iznájar y se mostraron casos de éxito que se han llevado a cabo en otras zonas de embalse de la Península Ibérica. Ejemplos como el embalse de Alange y los Molinos de Matachel en la provincia de Badajoz, o el desarrollo del gran Lago de Alqueva, que se gestiona mutuamente por varias zonas de Extremadura en España, o también el caso de Alentejo en Portugal, que conforma uno de los desarrollos rurales más grandes de la zona y que viven por y para el inmenso pantano que regula las aguas del río Guadiana.

Entre las actividades programadas se encuentran también dos exposiciones y un documental, y el próximo sábado se inaugurará la exposición Flora silvestre en torno al embalse de Iznájar, realizada por la familia Campillos Caballero. En ella se recogen una decena de muestras de flora recopiladas por esta familia en los distintos paseos por el embalse y pretende mostrar la riqueza natural que ha producido este entorno. La muestra podrá verse en la sala de exposiciones Antonio Cañizares El Perlo hasta el 14 de noviembre.