Antonio Venzalá Muñoz, hermano de Miguel, un egabrense de 55 años que falleció el pasado mes de agosto, ha presentado una reclamación en el hospital Infanta Margarita para denunciar, según su punto de vista, la asistencia negligente que por parte de tres médicos recibió su hermano cuando fue atendido hasta tres veces en urgencias del hospital de Cabra este verano.

Antonio relata que su hermano Miguel, que se notaba en los últimos tiempos que no estaba bien y cansado, sin conocer el motivo, acudió los días 31 de julio, 6 de agosto y 10 de agosto a Urgencias del Infanta Margarita y recibió sucesivos diagnósticos de inflamación de encías, aftas bucales, dolor anal, hemorroides y depresión, pero apunta que en ninguna de esas tres consultas los especialistas médicos que lo atendieron solicitaron una analítica, limitándose a recetarle distintos tratamientos.

El hermano del paciente fallecido, que estaba casado y tenía dos hijos, señala que, tras la última visita a Urgencias, Miguel fue derivado al otorrino, que sí solicitó una analítica, resultado que reflejó que Miguel presentaba una leucemia avanzada.

En la reclamación, Antonio expone que, tras conocerse el diagnóstico, su hermano fue derivado el 14 de agosto al hospital Reina Sofía y en este centro quedó ingresado en la UCI, unidad en la que ya no pudieron hacer nada por su familiar debido a su gravedad, produciéndose la defunción solo dos días después. Antonio dirige su queja a los tres médicos que atendieron a su hermano en Urgencias y se pregunta en la reclamación si un residente de medicina de primer año puede estar pasando consulta solo y si un superior dio el visto bueno a su diagnóstico. Además, Antonio cuestiona el hecho de que ninguno de estos facultativos solicitara una analítica para conocer si había algún motivo por el que su hermano presentaba los síntomas por los que acudió al hospital.

El denunciante resalta que ha presentado esta reclamación porque no quiere que vuelva a ocurrir un hecho similar y porque le queda la duda de si hubieran podido despedirse con dignidad de su hermano y este haber sufrido menos, en el caso de que la analítica no hubiese tardado 15 días en hacerse y Miguel hubiera podido recibir algún tratamiento contra la leucemia que desconocía padecer. La Delegación de Salud no pudo ayer hacer declaraciones sobre esta reclamación, al no haber sido aún estudiada