Nunca antes cultura, gastronomía y tradición habían estado tan unidas. Después de dieciséis años desde la primera edición, Espejo sigue difundiendo y promocionando como mejor sabe su cultura y su gastronomía a través de la materia prima más característica, la carne de cerdo y, en concreto, el chorizo, en la Fiesta de la Matanza que dura desde el pasado viernes 1 hasta la tarde de este domingo, 3 de noviembre.

Una de las señas de identidad del evento es la solidaridad. Ayer se preparó un bocadillo gigante solidario y esa labor social se centra también en que parte de la recaudación que obtenga la Cofradía del Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Amargura será destinada a la agrupación local de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Así, la fiesta está organizada, como todos los años, por el Ayuntamiento de Espejo y la citada cofradía, cuyo vocal Rafael Porras resalta que «también se promociona la cultura con visitas guiadas y diversas actividades, ya que es muy importante no centralizar toda la actividad en el pabellón y expandirla a todo el pueblo».

El alcalde de Espejo, Florentino Santos, afirma que «el fin de esta feria no es únicamente gastronómico. Siempre hemos querido enmarcar esta fiesta desde el punto de vista cultural y turístico». Santos explica que esta es «una oportunidad única para darnos a conocer mejor turísticamente y para poner en valor la segunda fuente de desarrollo local, que es la industria cárnica».

El programa de la Matanza ha sido muy variado. El viernes, tras la inauguración, Villafranca llevó a cabo una huevada, que junto a las degustaciones de chorizo y morcilla, las diferentes catas y exhibiciones de aceite, y los talleres de despiece y elaboración de embutidos que se llevan a cabo los tres días, copa la parte gastronómica de la fiesta. En el plano cultural, destacan las actuaciones musicales y las visitas guiadas por el centro histórico de la localidad y al Castillo Ducal organizadas por Córdoba Misteriosa.