El Ayuntamiento de Lucena ha culminado las obras de restauración y consolidación de los arcos y el pilar central del puente Povedano, que fueron adjudicadas a la empresa Antica Rehabilitación con un presupuesto que asciende a 67.639 euros. La edificación de este puente histórico se remonta a 1579, probablemente sobre razas de Hernán Ruiz a instancias del propio Consistorio lucentino, sirviendo como cruce fluvial sobre el río Anzur, en el paraje conocido como las Navas de Mingo Rubio, con estructura de piedra, realizado con sillares y mampuesto, y cuyo avanzado estado de deterioro ha sido puesto de manifiesto en los últimos años.

Desde la concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico se puso en marcha esta primera fase para intervenir en los elementos fundamentales de su estructura, los dos arcos y el pilar central, a fin de evitar el hundimiento del puente.

Para posteriores intervenciones, el proyecto redactado por el estudio de arquitectura Marcos Sánchez propone actuar sobre el resto del alzado y sobre la plataforma superior del puente para llevar a cabo una recuperación completa del mismo y devolverlo a su estado y configuración original.

Para Mamen Beato, concejala responsable de esta área municipal, esta actuación sobre el puente del siglo XVI "marca un hito" en la recuperación del patrimonio histórico lucentino, sobre todo, al tratarse de un elemento que aporta no solo utilidad para los vehículos sino también un atractivo para los aficionados al senderismo a través de una ruta que circula entre la Sierra de Aras y el camino antiguo de Benamejí.

Estas obras han supuesto el cierre al tráfico del puente, de modo que los propietarios de las fincas del entorno han tenido que usar rutas alternativas desde el camino de Mingo Rubio. El puente perdió su carácter estratégico con la apertura de los puentes en la carretera de Málaga, pero conserva su historia y singularidad.