Las localidades de Lucena y Montilla celebraron ayer la Semana Santa infantil, una celebración cada vez más extendida por la provincia.

Así, en Lucena más de 1.600 niños santeros y niñas vestidas de mantilla tomaron parte ayer sábado en la Semana Santa infantil, que organiza la Peña el Santero, presidida por Eduardo García. Fueron casi cien pasos procesionales lo que salieron desde la Plaza del Coso para recorrer las calles Juan Valera y San Pedro, que se encontraban totalmente abarrotadas de público, dada la expectación que despierta el evento en toda la comarca.

Los niños recibieron las medallas conmemorativas realizadas por el Ayuntamiento y fueron llegando con sus pasos hasta la Capilla de Jesús, desfilando ante la imagen de su titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno. Posteriormente, iniciaron su regreso por la calle El Peso hasta la Plaza Nueva, donde terminó el itinerario oficial de este magno desfile. La Semana Santa infantil pone de manifiesto la gran tradición de la santería, así como la extraordinaria belleza los pasos procesionales, en la mayoría de los casos verdaderas obras de arte.

En Montilla, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo volvió a hacerse presente en una ciudad que cerraba su Semana Mayor hace apenas dos semanas y que, en la tarde de ayer, pudo rememorarla gracias a la ilusión de varios centenares de niños que sacaron en procesión una veintena de pequeños pasos.

Desde 1992, las hermandades de la Santa Cena, Juventud, Jesús Preso y Resucitado han venido haciendo posible -con algunos altibajos- este desfile procesional en el que participan niños de edades comprendidas entre los 3 y los 14 años. Una verdadera escuela de cofrades que tiene su germen en Aguilar de la Frontera. De hecho, durante algunos años, la vecina localidad cedió numerosos enseres que permitieron que este desfile alcanzara su máximo esplendor durante la pasada década

El cortejo arrancó pasadas las 18.30 de la tarde desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y recorrió el centro histórico hasta la parroquia de Santiago Apóstol, con la música de los benjamines de la Centuria Romana Munda.