En la comarca del Alto Guadalquivir, el coronavirus también ha alterado todas las fiestas que se celebran a principios de mayo. Este domingo debía estar celebrándose la romería del patrón de El Carpio, el Ecce Homo. Anoche, día en el que tradicionalmente sube la imagen desde la ermita de San Pedro a la parroquia del pueblo, los vecinos volvieron a encender antorchas y bengalas desde sus balcones, como hacen cada 2 de mayo, para recibirlo. Calles, balcones y rejas llevan toda la semana engalanadas y en el interior de las casas se han instalado cruces de mayo y altares.

Hoy, 3 de mayo, no hay romería de bajada, ni el encuentro de convivencia en torno a la ermita, pero las familias lo han celebrado igualmente en sus casas y lo están compartiendo a través de sus redes sociales. Sin duda, está siendo una romería diferente, pero en la que prima la esperanza de volver a recuperar el tiempo perdido durante el estado de alarma. Muchos han sido los vecinos, que, aprovechando el tiempo para realizar deporte, se han aproximado a la ermita para recordar este 3 de mayo.

Pedro Abad tampoco ha olvidado su tradición. La alcaldesa, Magdalena Luque, decidió repartir los típicos chorchos (altramuces) entre los establecimientos públicos para que se los regalaran a los vecinos, ya que este año no se podían repartir al ritmo de "¡queremos corchos!" y el soniquete del tambor del Chete. También, durante los días de la novena se lanzaban salvas y el 1 de mayo el sonido de la música del patrón, Santiago el Menor, se oyó en las calles.