El Consejo de Seguridad Nuclear ha remitido a Enresa una instrucción técnica complementaria en la que determina que esta compañía "no reanudará la explotación" de la celda 29 de la plataforma este del almacenamiento de residuos de muy baja actividad de El Cabril "en tanto no se adopten las medidas necesarias y se pueda garantizar que las estructuras, sistemas, componentes y operaciones en la celda 29 están en condiciones de cumplir la función prevista y su comportamiento se ajuste a lo especificado en las bases de diseño (...) y, por tanto, no se superen los volúmenes de agua considerados en las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento 4.24".

En este sentido, el documento, que fue remitido a finales de julio pasado, recoge que "en el marco de las actividades llevadas a cabo en el centro de almacenamiento de El Cabril, se ha detectado la presencia de agua por encima de los valores consignados en las ETF 4.24 en el depósito final de la red de recogida de lixiviados (RRL)" de la referida celda.

Además, recuerda que "desde septiembre del 2018 se ha venido recogiendo mensualmente (...) un volumen de agua por encima del 100% del valor nominal medio especificado en la ETF 4.24, sin que se trate, por tanto, de una situación puntual o esporádica".

También indica que "Enresa (...) ha llevado a cabo diversas actuaciones de reparación sobre las estructuras de la celda 29 con objeto de que pudiera cumplir sus funciones según las bases de diseño autorizadas. Sin embargo, se sigue manteniendo la situación hasta la fecha".

Por tanto, "se ha estimado indispensable adoptar acciones regulatorias vinculadas a dar respuesta a la problemática indicada, requiriendo a Enresa que no reanude la explotación de la celda 29 en tanto en cuanto no exista apreciación favorable emitida por el CSN y, consecuente con ello, exigir un plan integral de actuación".

De este modo, el pleno del consejo, reunido a finales de julio y basándose en "el informe que como consecuencia de las evaluaciones realizadas ha efectuado la Dirección Técnica de Protección Radiológica", acordó remitir a Enresa la instrucción técnica complementaria referida.

Según detalla el documento, Enresa debe presentar su plan en el plazo de dos meses y este debe ser aceptado por el CSN. Entre otras cuestiones, una de las finalidades deberá ser "determinar con mayor precisión si el origen del agua procede principalmente de la escorrentía directa de la lluvia o podría tener otros orígenes, por ejemplo, a través del subdrén de la sección I de la celda 29".

También deberá analizar la conveniencia de implantar mejoras en los sistemas de protección de la celda y en los procedimientos de operación; estudiar las actuaciones llevadas a cabo sobre la celda 29 para garantizar que se han cumplido los requisitos de calidad en vigor y analizar "la causa raíz de todos los resultados de los análisis isotópicos", un trabajo que "deberá tener en cuenta los residuos que han sido depositados en la sección I de la celda 29, su posible afectación por la presencia de agua y la posible variación de las condiciones de almacenamiento respecto a lo autorizado". Así, "los resultados del análisis deberán concluir en la necesidad, en su caso, de posibles acciones correctoras", dice el CSN.

Continúa almacenando "con normalidad"

De su parte, Enresa ha informado hoy, a través de un comunicado, de que El Cabril continúa almacenando residuos radiactivos de muy baja actividad "con normalidad". En este sentido, ha detallado que "los residuos se almacenan en la primera sección de la celda 30, una de las dos estructuras específicas para este tipo de residuos que hay construidas en la instalación".

En referencia a los problemas aparecidos en la celda 29, ha explicado que, "como está establecido, se han llevado a cabo los análisis radiológicos e isotópicos del agua recogida, obteniendo siempre valores inferiores a los límites establecidos, por lo que no ha habido en ningún momento riesgo para el personal de la instalación, el público, o el medio ambiente".

A esto ha añadido que desde el 2018 ha analizado "la implantación de diferentes medidas que permitan minimizar las cantidades recogidas en dicha celda, comunicando al CSN las actuaciones ya realizadas". No obstante, "mientras se finalizan los estudios y se aplican las medidas correctoras pendientes, no se está utilizando dicha celda", ha aclarado.

"Uno de los problemas más graves"

De su parte, el Movimiento Ibérico Antinuclear ha difundido esta resolución del CSN, opinando que se trata de "una consecuencia de la inadecuada localización del almacén de residuos radiactivos". Esta entidad señala que "la acción erosionadora y dispersora del agua es uno de los problemas más graves del almacenamiento de residuos radiactivos".

Según la descripción realizada por este colectivo, la celda 29 de El Cabril es una instalación con capacidad para almacenar 33.000 metros cúbicos de residuos de muy baja actividad. Estos proceden en un 76%, siempre de acuerdo con esta entidad, de la operación y el desmantelamiento de centrales nucleares; de la fábrica de elementos combustibles de Enusa (Salamanca) y del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) en Madrid.

El otro 24% viene de hospitales, industrias y centros de investigación, y de los procesos de acondicionamiento de residuos que se hacen en el propio almacén. El Movimiento Ibérico Antinuclear apunta que ya se ha completado la sección I de la celda 29 y se encuentra en operación la celda 30.