Todo sigue igual que el curso pasado para escolarizar a los niños en el 2019-20 en Córdoba. El próximo 1 de marzo se abre el proceso de escolarización para las enseñanzas de segundo ciclo de educación Infantil, Primaria, Educación Especial, Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Se iniciará el proceso de escolarización en el que participan todos los niños que se incorporan por primera vez al sistema educativo, tanto en centros públicos como concertados, así como el alumnado que cambie de centro escolar. Y tanto las nueve zonas de influencia para los centros escolares como los criterios de baremación son idénticos a los del curso anterior, según informan fuentes de la delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba. Nada varía, pese al cambio del Gobierno andaluz y a los anuncios realizados por la nueva Consejería de Educación de cambiar el sistema y establecer la llamada zona única de escolarización.

Los centros escolares cordobeses continúan dividiendo sus zonas de influencia en nueve y el criterio que más pesa en la baremación es contar con un hermano que ya estudie en el colegio o instituto escogido por los padres. Conservar el mismo sistema supone que colegios como el Salvador Vinuesa, uno de los centros que más solicitudes ha tenido durante los últimos años, continúe perteneciendo a la zona del Brillante oeste y no como era hasta hace poco a los domicilios del Zoco o de Ciudad Jardín. También con un exceso de solicitudes se encuentra el CEIP Noreña, por lo que está en marcha la construcción de un nuevo colegio en Turruñuelos con más de 670 plazas escolares.

La delegación de Educación no tiene todavía el número de plazas de nuevo ingreso que ofrecerá para el próximo curso, pero, si continúa la tendencia de años anteriores, será una oferta menor que en el 2018-19, siendo la principal razón de este descenso la caída de la natalidad.

La delegación de Educación hizo una oferta para 2018-2019 de 9.000 plazas -300 menos que el anterior ejercicio- y, sin embargo, fueron 6.639 las solicitudes que recibió.

Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Centros Públicos (Fapa-Ágora), Francisco Mora, afirma sentirse satisfecho ante el mantenimiento del mismo sistema de escolarización. «En mi opinión, funciona bastante bien, ya que el 97% de los niños van al centro que escogen, ¿por qué cambiarlo?», dice este representante de los padres de los centros públicos. Para él, lo que habría que hacer es dejarlo igual que está, pero modificando pequeños detalles.

Para Francisco Mora, el cambio que ha sugerido la nueva Consejería de Educación para el curso 2020-21 de crear una zona única de escolarización supondría «que los padres podrían escoger el colegio que quisieran sin zona de influencia y eso podría dar lugar a que algunos centros se queden vacíos». A su juicio, la zona única lo que fomentaría sería la enseñanza privada y «se llenarían los centros privados».

En relación al descenso de la natalidad, defiende que hay que aprovecharla para bajar las ratios, dar «una atención más individualizada y no cerrar líneas».

De similar opinión es el presidente de la Junta de Personal Docente de la Escuela Pública, Antonio López, quien sostiene que «nos preocupa la posible implantación de una zona única», que beneficiaría a los centros privados y a los concertados. La Junta de Personal Docente de la Escuela Pública, en la que están todos los sindicatos, apuesta por realizar mejoras en las zonas de influencia de los centros y descarta como solución el distrito único o zona única. Como ejemplo de situaciones a mejorar en las zonas de influencia, Antonio López explica que los niños de Fleming que pertenecen a la zona centro tienen que andar unos 20 minutos para llegar a un colegio público y defiende «que no debe perderse ni una sola unidad escolar por la bajada de la natalidad».