Los vendedores ambulantes han vuelto a concentrarse a las 8 de la mañana de este lunes en El Arenal para reclamar una alternativa por parte del Ayuntamiento, tras verse obligados a cesar su actividad como consecuencia de las restricciones impuestas por la autoridad sanitaria.

Tras la concentración, han iniciado una caravana de vehículos para hacer visible su protesta recorriendo las calles de la ciudad hasta llegar al Ayuntamiento, donde han vuelto a reagruparse.

Según este colectivo, la entrada en vigor de las nuevas restricciones, para frenar la expansión del coronavirus deja sin fuente de ingresos a más de 500 familias cordobesas que viven del comercio ambulante. El sector muestra de nuevo su indignación y frustración por unas medidas que se han aplicado “sin preaviso, sin contar con sus necesidades y sin plantearles una alternativa”. “Ahora mismo estamos viviendo una angustia tremenda porque las familias no sabemos por donde tirar”, señala Antonio Torcuato, presidente de la Asociación de Comerciantes Autónomos de Córdoba (Comacor).

Torcuato defiende que “el mercadillo es un sitio seguro, cumplimos con todas las medidas sanitarias” y su localización al aire libre reduce las posibilidades de contagio. El colectivo reclama que es una actividad comercial que merece ser tratada igual que el resto, y no ser considerada “al mismo nivel que una peña”.

Ante lo que consideran la inacción del gobierno local, han reiterado su intención de seguir movilizándose, “no tenemos otra cosa que hacer que reunirnos, que poder manifestar nuestra inquietud y nuestro malestar”, hasta que los reciban en el ayuntamiento y les den alguna solución, indica Torcuato.