Fenoma y Enclave Social se conocen de hace tiempo. Son dos asociaciones cordobesas, de ámbito nacional, muy distintas, pero que han visto un punto de encuentro clave para crear la web y app Andalucía Social Mapp, junto a una tercera y esencial pata, la Federación de Asociaciones de Rumanos de Andalucía (FARA). Fenoma nace en el 2014, de la mano de un grupo de profesionales con intereses diversos con el objetivo de incentivar la participación ciudadana en los procesos que tienen que ver con la ciencia. «Es una asociación de ciencia ciudadana», dice uno de sus tres socios, Carlos Anaya, «que busca el fomento de la investigación, de la creación, de la difusión y formación, siempre con dos elementos distintivos: el empleo de las nuevas tecnologías y su carácter colaborativo». Enclave Social, por su parte, se crea en el 2006, con el objetivo de profesionalizar el tercer sector, y hoy da servicio a más de 500 entidades sociales al año en temas de consultoría, planificación estratégica y formación, entre otras cuestiones.

LA IDEA / Carlos Anaya, de Fenoma, expuso en el 2016 a Luis Luque, uno de los socios de Enclave Social, un proyecto de ámbito cultural y de base tecnológica que venían trabajando desde hace tiempo con el apoyo de la delegación municipal de Participación Ciudadana y con la Diputación. Se trata del proyecto Bmapp, una plataforma virtual que incentiva el mapeado colectivo, es decir, un mapa en el que la gente registra cosas que le interesan de la ciudad, enfocado a fomentar el turismo cultural, con sinergias entre la capital y provincia. «Cuando Carlos me enseña el proyecto le digo: esta idea que habéis ejecutado en el ámbito cultural nos gustaría ejecutarla en el tercer sector», explica Luis Luque. Sobre esa base, surge la idea de aplicarlo a un ámbito social, «tratando de tejer esas relaciones entre entidades sociales, que muchas veces actuamos de forma particular, y nos va a permitir conocernos, qué servicios estamos ofreciendo y establecer sinergias». Así, partiendo de este planteamiento, «empezamos a buscar financiación», dice Luque, y contactaron con Gabriela Stan, presidenta de la Federación de Rumanos de Andalucía (FARA), con la que ya venían colaborando en otros ámbitos, para trasladar la idea al ámbito de la inmigración. Le expusieron el proyecto a la dirección general de Políticas Migratorias de la Junta y «les pareció fantástico, fue un flechazo», y obtuvieron financiación. El proyecto lo han desarrollado en dos fases: primero con una web, situando a las entidades en base a los servicios que prestan cada una y, en una segunda fase, creando una app para dispositivos móviles.

ENTIDADES SOCIALES / Fue muy importante al principio la elaboración de una base de datos, y ahí la FARA tuvo un gran papel pues, según Gabriela Stan, «hemos localizado en toda Andalucía más de 250 entidades que trabajan con inmigrantes», lo cual es de mucha utilidad, pues no existe nada parecido. Es una herramienta útil para los emigrantes e inmigrantes, pero también está teniendo mucho interés entre el voluntariado y las entidades, pues pueden conocer qué hacen cada una. «Se trata de desvelar un tejido que ya existe y ponerlo en valor y en relación», explica Carlos Anaya. Luque apunta que cualquiera, en función de su localización, puede planificar su ruta o ver qué dispositivo hay en su entorno en base a sus necesidades reales. Así pues, el dispositivo permite realizar búsquedas por categoría o lugar; localizar entidades cercanas de interés para la persona usuaria; obtener los datos de contacto y otra información relevante, o planificar rutas paso a paso. Pero también se pueden encontrar los servicios que, de forma transversal, se ofrecen al inmigrante.