Con la llegada de la primera ola de calor del verano, UGT Córdoba quiso recordar ayer que «el calor mata» y pidió que los trabajadores y trabajadoras, así como los empresarios y diferentes responsables de las administraciones públicas, tomen medidas preventivas que velen por la seguridad durante la jornada laboral, en especial, por el estrés térmico.

El responsable de Salud Laboral de UGT Córdoba, Jaime Sarmiento, explicó que «las altas temperaturas suponen un incremento del riesgo de estrés térmico, que aumenta la probabilidad de sufrir accidentes, incluso, de la muerte por golpe de calor». De hecho, según denunció Sarmiento, «muchos de estos accidentes por estrés térmico se pueden camuflar como otros accidentes que provoca el calor, como riesgo de caída en altura, mareos, entre otros».

Dadas estas circunstancias, UGT Córdoba quiso advertir a los empresarios del estricto cumplimiento de la prevención de riesgos laborales, respetando todas las medidas de seguridad al respecto y evitando trabajar y realizar sobresfuerzos durante las horas de mayor insolación y altas temperaturas, recordando que «existen convenios que recogen la obligatoriedad de adoptar medidas preventivas y al respecto de la jornada intensiva». El incumplimiento de la ley «conllevaría a los empresarios sanciones, que además podrían convertirse en sanciones penales y demandas civiles».

Asimismo, instó a los trabajadores a «que si detectan cualquier anomalía con respecto a las jornadas establecidas o las medidas de prevención pertinente, contacten con el sindicato para denunciar oportunamente dicha actividad».

Según el Ministerio de Trabajo, el estrés térmico por calor es la carga de calor que los trabajadores reciben y acumulan en su cuerpo y que resulta de la interacción entre las condiciones ambientales del lugar donde trabajan, la actividad física que realizan y la ropa que llevan. Al trabajar en condiciones de estrés térmico, el cuerpo del individuo se altera, sufriendo una sobrecarga fisiológica debido al aumento de la temperatura, lo que puede provocar diferentes daños a la salud, cuya gravedad es proporcional a la cantidad de calor acumulado.