A finales de febrero, ha llovido mucho pero no ha pasado tanto tiempo, se hizo una estimación preventiva ante el importante déficit hídrico acumulado. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) avanzó que la dotación de regadío se situaría en el entorno de los 600 hectómetros cúbicos. Las lluvias de marzo y abril rompieron esta baja estimación y finalmente se han autorizado 1.100 hectómetros cúbicos, lo que supone, prácticamente, una campaña normal de riego. Los agricultores, no obstante, han pedido que se amplíe la campaña de regadío para adaptarla al nuevo mapa de cultivos. Quizás habría que pensar también en los que siguen demandando riego en Córdoba y no lo tienen.