Los primeros aspirantes a surcar el cielo pilotando aviones que Patria está formando en Córdoba son un grupo de diez hombres y de una mujer. Carolina es la única alumna que tiene la empresa en estos momentos en Córdoba y, aunque asegura que son muchas las razones que la han traído hasta aquí, una de ellas es su pasión por pilotar. No obstante, reconoce que la tarea no es tan fácil tanto por la teoría como por la complejidad de «controlar la aeronave». Otro de sus compañeros, Matti, confiesa que quería aprender a pilotar desde pequeño y que le gusta tanto la teoría como la práctica. Para él, «cada día supone un desafío».

Entre los instructores que Patria tiene en Córdoba está Kim, que asegura, sin dudarlo ni un solo momento, que estos alumnos «son jóvenes que vienen muy preparados, no tengo que explicarles cada cosa, tienen energía y son los mejores alumnos que he tenido». En un día como ayer, en el que el viento estuvo presente en las clases que se impartieron en el aeropuerto, este se convirtió en un aliado. «Hoy hemos tenido poco viento en el primer vuelo y cuando el tiempo es perfecto, es demasiado fácil», explica, «por lo que viene bien que haga un poco». Pero no todo es pilotar en una jornada de formación, en la que hay clases prácticas por la mañana y por la tarde. Mientras que unos vuelan con sus instructores, otros aprovechan para estudiar en un aula habilitada para ello en el aeropuerto.