El PP activó ayer el plan b para impedir el cambio de cinco nombres del callejero cordobés. Después de que la posibilidad de convocar una consulta popular haya sido rechazada por el gobierno local, los populares se han echado a la calle para recoger firmas e impedir que Cruz Conde, Conde de Vallellano, Cañero, Cronista Rey Díaz y José María Pemán sean eliminadas del nomenclátor en aplicación del dictamen de la Memoria Histórica, lo que, a su juicio, sería «un error histórico». «No tiene sentido jurídico, ni histórico, ni social», sostiene José María Bellido, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Córdoba. En las primeras horas de la campaña, ya se han recogido más de 700 firmas. Estas rúbricas, que se sumarán a las recogidas a través de una iniciativa abierta en Charge.org (#Nometoqueslascalles), responden, según Bellido, a un intento de frenar «la sinrazón y el sinsentido» y porque «hay una mayoría social muy amplia que no quiere cambiar el nombre de las calles». En el pleno del próximo martes, previsiblemente saldrá adelante la eliminación del nombre de 15 calles (incluidas las polémicas) con la abstención de la oposición. En cualquier caso, el PP presentará enmiendas sobre estas cinco calles y volverá a pedir la consulta.

Bellido considera que Isabel Ambrosio no está siendo la alcaldesa de todos los cordobeses, sino solo de una parte, al renunciar a llegar a un consenso. Los populares consideran que esta decisión va «a reabrir heridas» de la guerra y para evitarlo proponen dar voz a los cordobeses de los barrios afectados y si no, buscar el consenso, que pasaría por respetar, dicen, los nombres: «Si hay que hacer un retoque mínimo para adaptarse a la ley, hágase, pero dígase en el mismo pleno», dijo Bellido. El PP criticó además que en la comisión de Presidencia de ayer, el gobierno local aplicara «el rodillo de la mayoría» para evitar que el dictamen de la Memoria pudiera ser votado por partes (por un lado, las exhumaciones, en lo que todos están de acuerdo, y por otro, el callejero).