Todos quieren la Gerencia Municipal de Urbanismo. Antes incluso de que el Partido Popular y Ciudadanos se sienten en Córdoba a negociar un acuerdo de gobierno, con Vox o sin Vox, ambas formaciones han expresado ya su interés por gestionar el área que más quebraderos de cabeza y titulares le ha dado al gobierno saliente. Los dos partidos quieren tener la oportunidad (y, llegado el momento, apuntarse el tanto) de solucionar el atasco en la concesión de licencias urbanísticas (leitmotiv y mantra del mandato), que hace unos meses llevó a cinco colegios profesionales (arquitectos, aparejadores y arquitectos técnicos, ingenieros, peritos e ingenieros técnicos y abogados) a implorar a la alcaldesa una solución a la situación «insostenible» del organismo municipal.

La candidata de Cs y futura primera teniente de alcalde, si se cierra el acuerdo, Isabel Albás, lo dijo ayer bien claro en una entrevista en Radio Córdoba, en la que no solo reivindicó para su grupo la gestión de este organismo municipal, sino que tachó de «irresponsable» que los populares la pidan. «El PP tuvo la oportunidad de arreglar el Urbanismo hace 4 años y no lo hizo. No me parece acertado que se queden con la Gerencia», afirmó. No deja de ser curiosa esta situación, por cuanto hace cuatro años ninguno de los que negociaron el pacto de gobernabilidad del anterior mandato (PSOE, IU y Ganemos) quería la patata caliente del Urbanismo, que finalmente terminó cayendo en manos del coordinador provincial de IU, Pedro García.

En lo que sí coinciden los previsibles futuros socios es en la necesidad de diseñar un plan estratégico de Córdoba a medio y largo plazo, en la medida de lo posible consensuado con los agentes sociales; y en revertir el cambio de nombres de las calles que, en aplicación de la ley de Memoria Democrática, se eliminaron con polémica. A saber, Vallellano, Cruz Conde y Cañero. Bellido baraja la posibilidad de dejar parte de los nombres, pero sin referencia al personaje histórico (Vallellano a secas en lugar de Conde de Vallellano, una solución que por cierto hay que atribuir al socialista Emilio Aumente.

De momento, lo único que está claro es que los 9 concejales del PP y los 5 de Cs se sentarán a negociar el lunes, después de feria, y que, por ahora, los dos ediles de Vox no dirán ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Contactos informales ya se han producido entre los tres actores, si bien parece haber más predisposición por parte de los populares a una posible entrada del partido de Santiago Abascal en el gobierno (aunque tampoco descartan que el apoyo solo sea de investidura y puntual, para sacar adelante ordenanzas y presupuestos, como ha ocurrido de facto con Ganemos en la actual Corporación) que por parte de Cs. «¿Para qué reunirse con Vox si no hace falta?», contestó ayer Albás en la citada entrevista de la Ser. Lo que está descartado, pese a que a nivel nacional Cs ha abierto la mano a pactar con el PSOE, es un acuerdo en Córdoba entre estas dos formaciones. «El PSOE ha estado ausente estos cuatro años», zanjó ayer la candidata de Cs.