El primero en reaccionar al anuncio de la alcaldesa de emprender un plan, junto al Gobierno y la Junta, para reducir la brecha histórica de Córdoba ha sido el portavoz del PP, José María Bellido, que la ha calificado de "inocentada adelantada" con una ciudad como Córdoba "que lidera todos los ránkings de paro" y tiene tres de los 15 barrios más pobres de toda España. El también candidato a la Alcaldía de Córdoba considera que es la propuesta de una alcaldesa "derrotada en las urnas y en la rampa de salida", con la que ya "nadie se ilusiona porque el coche de la princesa se ha convertido en calabaza". Además, le ha pedido un mayor ritmo en la ejecución de sus propios presupuestos o que ponga en marcha programas de inversión como Mi barrio es Córdoba, dos medidas que ayudarán de manera más eficaz, ha dicho, a combatir el desempleo en la ciudad.

También el socio de gobierno de Isabel Ambrosio, Pedro García, ha descalificado las medidas, puntualizando que "no son ningún plan, sino una serie de reivindicaciones históricas" y ha asegurado que se trata de una iniciativa exclusiva de la regidora en la que no ha participado el resto del equipo de gobierno. "Me estoy enterando ahora", ha reconocido. El también coordinador provincial de IU, Pedro García, ha afeado que ahora se hagan estas reclamaciones a la Junta de Andalucía, cuando otras muchas veces se ha guardado silencio (se ha referido a las inversiones de la Administración andaluza en la logística de Antequera), y ha añadido que, al menos, "Susana Díaz no podrá reñirle ya políticamente hablando a la alcaldesa por pedir cosas para Córdoba". En cualquier caso, el portavoz de IU ha dicho que no le molesta que la regidora socialista lo haya pedido ahora, "porque todo esto lo llevamos pidiendo nosotros mucho tiempo", al tiempo que ha indicado que lo que le preocupa en esto momento es el cambio de paradigma político y que "la derecha y la ultraderecha vayan a gobernar en Andalucía, algo que la izquierda se debería mirar", ha concluido.