Además del aumento de las reservas hídricas y de las buenas perspectivas para el campo, la temperaturas notablemente más bajas de lo normal en marzo y lo que va de abril, y el continuo paso de borrascas, también ha tenido un efecto, mucho menos positivo, en los Patios. Así, la práctica totalidad de cuidadores consultados coinciden en el revés que les está suponiendo el frío y la lluvia. El primero, por haber retrasado notablemente la floración (algo especialmente importante este año, donde nuevamente el concurso comienza la primera semana de mayo), que mantiene a plantas, especialmente las menos tradicionales, sin visos de poder ser admiradas en mayo. Hay que recordar que la Aemet calificó el mes de marzo en Córdoba como «extremadamente frío», con una media de 1,9º C por debajo de lo normal.

En segundo término, los continuos chubascos (en Córdoba se han recogido en torno a 240 litros por metros cuadrado desde el 26 de febrero) han obtaculizado hasta las tareas más básicas de mantenimiento y embellecimiento, comenzando con el repintado de las paredes. «Hemos estado pintando hasta con chubasqueros bajo la lluvia», reconocía Concepción López, del patio de Conde de Arenales 4.

Sin embargo, pese a que el certamen de Patios 2018 ya se está viendo condicionado por el desapacible mes de marzo y abril, aún es pronto para alarmarse. Una buena semana de sol podría disparar las floraciones, además de que especies tradicionales como los geranios y las gitanillas han sufrido bastante menos estas circunstancias. Por otro lado, los cuidadores de patios se han encontrado con ayudas como la del magnate chino Jiam Ping Fu, responsable del festival Flora, que ha colaborado este año en la reposición de plantas.