Aunque aún queda casi una semana para que finalice la Fiesta de los Patios de Córdoba, que en esta edición ha cambiado la tradicional fecha de mayo por octubre debido a las restricciones del coronavirus, el certamen ha tenido una buena acogida entre los propios y visitantes. Córdoba ha salido este fin de semana a la calle para disfrutar de una de sus celebraciones más tradicionales, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el 2012, y ha dado la bienvenida a un buen número de turistas nacionales que han elegido esta ciudad para pasar el Puente del Pilar.

Así lo señalaba este domingo el alcalde de Córdoba, José María Bellido, para quien, «más allá de cifras (de visitantes), de las que todavía no disponemos», ya que el certamen se celebra entre el 8 y el 18 de octubre, se «ha recuperado esa alegría» en la ciudad y «mucha actividad económica, mucha reactivación económica durante este puente».

Para José María Bellido lo importante de esta edición es que «hemos recuperado la Fiesta» para que «no se perdiera», y que con ello se ha logrado el reto de «poder ayudar a los propietarios, a los cuidadores» de estos recintos, que son las personas encargadas de tenerlos en condiciones para abrirlos al público. Además, Bellido subrayaba que «los dispositivos de seguridad y de control que habíamos puesto en marcha están funcionando» y «hay mucha satisfacción en propietarios, en cuidadores y en visitantes porque se están logrando visitas seguras», especialmente en el barrio de el Alcázar Viejo, que es el que acoge el mayor número de visitantes, y donde se ha puesto en marcha un proyecto pionero en España para controlar las aglomeraciones en las calles a través de ‘drones cautivos’ o cablecam que han demostrado su eficacia, según el alcalde.

A un año del centenario de la Fiesta de los Patios

Y todo esto se produce justo a un año de que la Fiesta de los Patios de Córdoba celebre el centenario de su nacimiento, 100 años de citas interrumpidas en varios momentos de su historia, como en los primeros años o durante la Guerra Civil, una época en la que las cancelas de las casas permanecieron cerradas a cal y canto. En total han pasado por esta fiesta 270 patios en todas su ediciones, viviendas y propietarios que han ido saliendo y entrando del certamen a lo largo de este siglo.

Aún quedan en el certamen algunos de los que participaron en el concurso de mayo en sus primeros años, como el situado en Duque de la Victoria, 3, en la ruta de El Realejo. «Fíjese usted, nos presentamos en 1933», en plena II República, dice su actual cuidador, Manuel Morales. Entonces se hicieron con el segundo premio, valorado en 300 pesetas, según Manuel, una cantidad nada despreciable para la época. Desde entonces han ganado otros muchos y su intención es seguir presentándose.

El último patio en sumarse a la lista ha sido el de la calle Julio Romero de Torres, 15, donde su cuidadora, Carola Reintjes, alemana de nacimiento y cordobesa de adopción, vela por mantener el «alma andalusí» de una vivienda con muros del siglo X, Ahora ha comprendido que mantener el patio y abrirlo al público es un trabajo de «hormiguita». Pero ella, qué quieren que les diga, está feliz.