L a crisis sanitaria derivada del covid-19 deja al límite los oficios artesanales dedicados a la Semana Santa, cuyos responsables han visto como en los últimos meses se les han caído encargos o se les han paralizado otros previstos para la Semana Santa 2021.

Una situación en la que la mayoría de los artistas consultados señalan que viene dada fundamentalmente por el recorte en los ingresos de las hermandades en cuanto a papeletas de sitio, actividades extras o subvenciones (en el caso de Córdoba las hermandades aún están pendientes de cobrar la subvención del convenio anual del Ayuntamiento). A esto se une que las hermandades ven ahora más prioritario potenciar su acción social ayudando así a los más desfavorecidos quedando un margen económico cero para poderlo dedicar al patrimonio artístico.

Esta situación límite está afectando a la mayoría de los talleres cordobeses algunos de ellos planteándose el cierre si la situación no mejora.

Uno de los oficios de la Semana Santa afectados por esta crisis sanitaria es el del bordado. Son varios los talleres que existen en la ciudad y algunos ya experimentan las primeras dificultades para continuar, como es el caso del reconocido bordador Antonio Villar, que se ha visto forzado a prescindir de más de la mitad del personal que compone su taller «los trabajos de cara al 2021 se han quedado estancados al no haber ingresos», señala Villar quien asegura que para el sector de la artesanía cofrade lo peor «está aún por llegar».

Tampoco oculta su preocupación el dorador Rafael Barón que ha visto como en los últimos meses le han paralizado prácticamente todo el trabajo del taller previsto para este año. Barón se muestra poco optimista y señala que si la cosa persiste «muchos talleres tendrán que echar el cierre».

En lo que respecta a la imaginería, el imaginero José Antonio Cabello señala que «por ahora su taller no ha notado la crisis puesto que sus clientes le han respetado todos los trabajos para este año», si bien, alguno de los proyectos previstos para después de la Semana Santa de 2021 se los han paralizado. Cabello señala que las cofradías, al menos con las que él trabaja, «están pendientes de ver que actos extras pueden hacer para poder seguir encargando patrimonio».

Una situación que se hace extensiva a otros oficios vinculados a la Semana Santa como los floristas o cereros que ante la más que probable suspensión de la Semana Santa 2021 quedarán sin encargos por parte de las cofradías con el perjuicio para sus negocios que este hecho conlleva.

En el caso de los cereros, encargados de suministrar la cera para los pasos y nazarenos, han visto mermada su producción ya que el grueso de la misma está destinada prácticamente a la Semana Santa. Algunos de estos talleres consultados señalan que por ahora siguen fabricando para cultos internos con una facturación mucho menor que otros años.

Una situación alarmante para un gremio que no solo genera empleo sino que mantiene vivos unos oficios artesanales de siglos que de no ser por el respaldo de las cofradías de la Semana Santa estarían como tantos otros en el olvido.