El protocolo firmado en el 2015 no afecta solo a Caballerizas. El documento vinculaba la operación de compra de Caballerizas al cuartel de la Trinidad y Urbanismo debía iniciar los trámites necesarios para que tuviera uso lucrativo, de forma que las plusvalías se destinaran a pagar Caballerizas, al margen de que la operación necesitara dinero en metálico o propiedades municipales. La propuesta no gustó entonces a PSOE e IU, que estaban en la oposición y no veían clara una recalificación para viviendas. Aquella cláusula ponía fin a otro acuerdo del 2009 firmado entre Defensa, Ayuntamiento y la UCO para rehabilitar y dar un uso compartido al cuartel como residencia militar y Facultad de Traducción.

El protocolo del 2015 tenía otra vertiente más, la Farmacia Militar de Lepanto, y obligaba a fijar los plazos y condiciones de su traspaso al Ayuntamiento. El actual equipo de gobierno esperaba llegar a un acuerdo sobre su cesión antes de final del 2016, ya que necesita ese espacio para el nuevo mercado del Marrubial, que conectará la avenida de Rabanales con Sagunto mediante dos edificios y enlazará con la plaza de Armas de Lepanto.

El documento recogía también que los miembros de las Fuerzas Armadas destinados o residentes en Córdoba y sus familias tendrían bonificaciones para utilizar las instalaciones deportivas municipales.

En el 2015, la Junta de Gobierno Local tuvo que paralizar el procedimiento de contratación iniciado en el 2013 para la cesión a otra entidad de Caballerizas para negociar con Defensa una salida que permitiera al Ayuntamiento prestar el edificio para actividades ecuestres. Con el acuerdo del 2015, el Ayuntamiento lograba ceder el uso de Caballerizas a una entidad sin ánimo de lucro sin poder recibir canon a cambio.