La piscina del Figueroa, propiedad de la Diputación, ha vivido numerosos avatares y problemáticas desde hace casi dos décadas. Ahora mismo, su apertura depende de un conjunto de desperfectos, que -según el presidente de la Federación Andaluza de Deportes para Discapacitados, Alfonso Otero- se resumen en «otro año más que pasa en blanco».

Según explicó ayer Alfonso Otero, existía un problema de filtración de agua de los vasos a la sala de máquinas y se arregló con una mano de pintura de resina que no solucionó el problema, porque «la pintura se está pujando y no se puede utilizar la piscina».

Existe una partida de 140.000 euros de la Diputación para solucionar este desperfecto desde hace ocho meses, apuntó el presidente de la federación, pero todavía no está hecho el proyecto para realizar la obra.

«Pasa el tiempo y aquí nadie asume la responsabilidad, pero la piscina está que no se puede utilizar y tenemos una demanda muy alta de personas que podrían beneficiarse de esta instalación», dijo Alfonso Otero.

Para esta federación, es muy importante que se pueda utilizar la piscina del Figueroa, porque tiene concedido un privilegio de uso para deporte y salud para personas con discapacidad y mayores. Esta solicitud de uso fue aprobada por la Junta de Andalucía en el 2003 y el precio de adjudicación fue de 1.945.00 euros, apuntó el presidente. «Desde entonces se llevan ya gastados en la piscina casi 6 millones de euros y todavía no se ha podido utilizar», sostiene. Hay una plataforma, integrada por numerosos colectivos entre ellos la propia federación y la asociación de vecinos, que lleva años luchando por el funcionamiento de esta piscina, que según Otero- «Solo en el Figueroa esperan que abra unas dos mil personas».