Si tenían pensado iniciar esta semana, con la recién llegada del otoño, el clásico cambio de armario para dar de lado de una vez a las prendas más veraniegas e introducir algunas más propias de la estación otoñal, vayan pensando en dejarlo para más adelante. El pronóstico lo deja claro: Temperaturas sin cambios.

Cumpliendo la tradición del veranillo de San Miguel o del membrillo, que trae un calor inusual a finales de este mes, el otoño llegó ayer con los termómetros de Córdoba al rojo vivo. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología anunciaba una máxima de 39 grados y una mínima de 20, que se quedaron en

38,3 y 18,3 finalmente, si bien para hoy se mantiene la previsión de 39 grados de máxima y 20 de mínima. Las noches, por tanto, se mantendrán cálidas hasta nuevo aviso. Con muchas de las piscinas de la ciudad cerradas, no es de extrañar que muchos aprovecharan el buen tiempo del fin de semana para viajar a la playa a darse un chapuzón. Y es posible que no sea el último.

La semana entrante también se prevé intensa en cuanto a temperaturas, con máximas de entre 39 y 35 hasta el miércoles y mínimas que rondarán los 20 o 21 grados. Según la AEMET, no será hasta el jueves cuando se registre un leve descenso del mercurio, situándose la máxima en los 33 grados. En cuanto a las lluvias, tampoco se las espera de momento, aunque los cielos podrían nublarse a partir del miércoles, sin afectar sensiblemente a las temperaturas.