El Alcázar de los Reyes Cristianos está siendo sometido a la mayor reforma acometida desde mitad del siglo pasado, cuando el Ayuntamiento lo rehabilitó y adecuó para hacerlo visitable. Los trabajos afrontan su recta final y ya se pueden apreciar los resultados en el Patio de Mujeres, estancia abandonada desde que el edificio dejó de usarse como prisión.

La última actuación de envergadura en el Patio de Mujeres fue en los años setenta del siglo pasado, cuando se demolieron las edificaciones de la antigua prisión y se hicieron unos pozos de cimentación para levantar allí un palacio de congresos que no fue autorizado. Gracias a eso, y a las excavaciones realizadas en la década del 2000, se han conservado innumerables vestigios de todos los tiempos en ese espacio de 752 metros cuadrados, que es «una impresionante área arqueológica de enorme interés patrimonial e histórico», según consta en la memoria del proyecto.

Con motivo de la información adelantada por CÓRDOBA el domingo sobre el proyecto que hará el Ayuntamiento sobre el alcázar andalusí, este periódico pudo comprobar sobre el terreno los resultados de los trabajos que se llevan a cabo en el Patio de Mujeres, que será pieza clave de esa iniciativa. Este periódico ha intentado, sin éxito, saber cuál es el grado de ejecución de la obra del Alcázar y cuándo estará acabada. El Ayuntamiento tiene prevista una visita a las obras el lunes.

El proyecto, que ejecuta Cultura, aunque fue redactado por Urbanismo, fue adjudicado a Ingeniería de la Construcción Cordobesa, por 217.377 euros, y un plazo de ocho meses que acaba este mes. A él se suma otro de renovación del suministro eléctrico, encargado a Eiffage Energía por 88.920 euros. La iniciativa, que contempla también la colocación de dos ascensores y rampas en los jardines alto y bajo, recuperará la entrada al Alcázar por la Ribera, a través de la Puerta Barroca, usada entre los siglos XII y XX. El proyecto fue anunciado a mitad del 2014 por el PP y salió a concurso poco antes de las elecciones del 2015, aunque las obras no empezaron hasta final de marzo de este año.

El Patio de Mujeres concentra la evidencia material del rico y complejo pasado del Alcázar, en el que quedan testimonios de muralla romana; del castellum (V) sobre el que fue creciendo y transformándose; del alcázar omeya (VIII y X); de la alcazaba almohade (XII) con sus cuatro recintos amurallados; y de la etapa cristiana. Entre esos restos están los muros del palacio omeya, con los dinteles de las puertas.

El profesor titular de Arqueología de la UCO Alberto Muñoz León conoce bien el lugar, ya que dirigió las excavaciones de principios de la década del 2000, y reconoce su complejidad, con «superposiciones de estructuras desde el siglo I al XV». Allí, y desde la nueva plataforma realizada, se pueden ver restos como «una letrina y una pileta para limpiarla del siglo IX, adosada a un muro, con una puerta cegada, visigodo». También se puede observar «una puerta con reparaciones de los omeyas en las que se usan elementos de decoración de mármol y eso se recrece en época almohade con un muro». En la etapa almohade se pasó de una cota de suelo a otra más elevada, ya que, «para salvar dos metros de diferencia entre el exterior y el interior de la ciudad, arrasaron con los edificios y rellenaron hasta subir la cota del suelo y construir un recinto cuadrado, que es la planta del castillo que tenemos ahora». En cuanto a la puerta de la Ribera, a pesar de su aspecto de portada barroca, Muñoz explica que es de final del siglo XII y que se conservan todos los elementos excepto el arco. En esta intervención se han descubierto los sillares almohades. Y esto es solo una muestra de lo mucho que hay.

Para interpretar los restos, y según explicó Urbanismo al licitar la obra, se destacarán solo una veintena de las fases de excavación, que se explicarán con paneles, aunque hay previsto realizar una recreación virtual y un audiovisual en la torre de la Inquisición, en la que se actuará con el Plan Turístico de Grandes Ciudades.

Según las fuentes consultadas, las obras en el Patio de Mujeres se están rematando y queda la colocación de ascensores. Las taquillas, que aprovechan el cuerpo del edificio que pertenecía a la antigua prisión y no se demolió del todo (que fue cuerpo de guardia y el cuarto del oficial de vigilancia), están prácticamente culminadas.

Esto es solo la primera fase de la reforma del Alcázar, ya que Urbanismo trabaja en los proyectos de restauración de la fachada sur y del lienzo de muralla occidental, y de recuperación de los paseos de ronda sobre los lienzos de muralla.