Encarnación Santiago, parada y con dos hijos, recibió ayer la noticia de que el lunes no tendrá que abandonar su vivienda, que le reclama Harrisur Activos Inmobiliarios, porque los juzgados le han concedido un segundo aplazamiento in extremis, lo que dará algo más de tiempo a la asociación Anfane para intentar negociar un alquiler social. Harrisur se adjudicó la casa de Encarnación en subasta, pero se niega a negociar un alquiler social. Con una deuda de 60.500 euros, dejó de pagar la hipoteca cuando se quedó en paro y actualmente solo recibe el salario social. En diciembre, el juez prorrogó el desalojo hasta el 13 de febrero. Ahora, pese a no atender a la petición de moratoria presentada, ha prorrogado el desalojo un mes.