-¿En qué situación se encuentra el Imibic

-Fuera de Córdoba se nos conoce como el Maimónides. Esto ya implica una señal de identidad importante, por quién fue realmente Maimónides. Esto lo quiero destacar porque el resto de institutos de España tienen unas siglas, como Imibic, que no les identifican. Y eso es importante cuando salimos de Córdoba, pues fuera se reconoce que existe el Maimónides, donde se hace una investigación de calidad y una innovación que está permitiendo que muchos de nuestros pacientes dispongan de tratamientos punteros, cuando muchos de ellos no están todavía en el mercado. Y ello porque una de las apuestas del Imibic es todo lo que está relacionado con la investigación clínica, lo que nos está permitiendo que nuestros pacientes en Córdoba dispongan de tratamientos que todavía no existen en el mercado y que pueden enlentecer o incluso curar enfermedades cuando en otras provincias del país no existe ningún instituto de este tipo. En Castilla La Mancha, por ejemplo, no existe ningún instituto de estas características.

-Entonces, los pacientes cordobeses son los primeros en beneficiarse de las investigaciones.

-Efectivamente, con este tipo de institutos, de la mano de la Universidad y del hospital Reina Sofía, y gracias a la labor de los investigadores, de los médicos, de los enfermeros y de todos los profesionales de la salud que se conjuntan, nuestros pacientes van a tener una calidad de la medicina que va a ser un poquito por encima de otras regiones que no tienen este tipo de instituciones. Por eso son tan importantes porque al final nos permiten a los investigadores más experimentales y a los más clínicos ir de la mano y desarrollar proyectos de investigación que se transfieran rápidamente al paciente.

-¿Cómo contribuye el Imibic al desarrollo económico y social de Córdoba?

-Existen evidencias, sobre todo en países que invierten mucho en investigación, cómo eso retorna en recursos económicos para el instituto y la propia ciudad. Cuando uno innova consigue desarrollar herramientas que son eficaces y que pueden generar un retorno, un tratamiento precoz, y al final generar y ahorrar recursos para el mantenimiento de nuestro sistema sanitario.