El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, cerró ayer a última hora de la tarde los cambios en su gobierno municipal, que suponen ya la tercera remodelación que acomete el regidor a menos de un año de la constitución de la Corporación local. Una revolución de cargos y caras que ha impuesto aprovechando la salida de Rosario Alarcón, que ha tomado posesión de su acta como parlamentaria popular en la Cámara andaluza. A grandes rasgos, los cambios suprimen una gran área municipal --pasan de 6 a 5--; consolidan el núcleo de confianza del alcalde (Rafael Navas, José María Torrico y José María Bellido); incorporan a Eva Pedraza, que hoy toma posesión de su acta de concejala electa y estará al frente de Mujer e Igualdad, y Antonia Luisa Sola, que entra por la Ley de Grandes Ciudades; y descafeínan la responsabilidad de al menos cinco concejales, que pierden peso o responsabilidades después de que en sus áreas se hayan producido problemas diversos en los últimos meses. Entre éstos últimos, quizá el cambio más significativo sea el de Rafael Jaén, que a escasos días de la Feria de mayo pierde la Delegación de Fiestas, que pasa a manos de la concejala de Tradiciones Populares, Amelia Caracuel. El cambio resuelve de paso la bicefalia que se producía innecesariamente en este área. También se produce un cambio significativo en las competencias de Ana Tamayo, que deja de estar al frente de la Policía Local. De hecho, las relaciones entre los agentes y la delegada han sido especialmente difíciles durante este tiempo. Conserva el área de Movilidad. Otra de las concejalas que pierden un área polémica es Laura Ruiz, que deja Participación Ciudadana en un momento de tensión entre el Ayuntamiento y los colectivos vecinales a cuenta de la renovación de los consejos de distrito.

El periplo de Ricardo Rojas al frente del Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec) acaba también abruptamente, después de una comisión de investigación y el anuncio de la municipalización del organismo. El veterano concejal pierde Empleo, pero consigue la viceportavocía del gobierno local y Comercio y Vía Pública, hasta ahora de Carmen Sousa. Por último, María Jesús Botella que pierde Educación e Infancia (se la queda Luisa Arcas) y la tercera tenencia de alcalde, que pasa a Ana Tamayo.

Por contra, concejales como Rafael Navas logran salir aún más reforzados. De hecho, asume la delegación de Turismo y Promoción, gestionada hasta ahora por Alarcón. Navas quedará, por tanto, al frente de tres superáreas, Empleo, Turismo y Agricultura, y a cambio se libera de la patata caliente de la negociación laboral, ya que la delegación de Recursos Humanos será para el fichaje de Antonia Luisa Sola, que entra por la Ley de Grandes Ciudades y que tendrá que lidiar, como ya ha hecho otras veces, con los sindicatos y el encaje del plan de ajuste. Solo seis delegados resisten a los cambios: Luis Martín (Urbanismo y Vivienda), Juan Miguel Calderón (Cultura), Miguel Reina (Deportes), José María Bellido (Hacienda, Gestión y Administración Pública), Miguel Angel Torrico (Presidencia) y Verónica Martos (Juventud).

Con la salida de Alarcón son ya tres los delegados del PP que han dejado la Corporación. La primera en hacerlo fue Beatriz Jurado tras ser elegida senadora (sustituida por Amelia Caracuel y permitió la entrada de Verónica Martos). Más tarde lo hizo Juan José Primo Jurado para irse a la Subdelegación.