Córdoba cerró el primer trimestre del año con 77.300 parados, la cifra más baja recogida por la Encuesta de Población Activa (EPA) desde el último trimestre del 2008 y lejos ya del máximo registrado en el tercer trimestre del 2012, cuando la crisis económica hizo que se alcanzaran los 141.400 desempleados. Pese a esta tendencia descendente, la Encuesta de Población Activa no oculta algunas de las debilidades del mercado de trabajo cordobés a pocos días del Primero de Mayo, en el que los sindicatos han puesto su acento en el deterioro de las condiciones laborales y las dificultades para acceder a un empleo por parte de las mujeres o los jóvenes. El lema de este año es «Primero las personas», con el que los sindicatos UGT y CCOO manifiestan su rechazo a las medidas que amenazan los derechos laborales y sociales y el crecimiento de la precariedad en el mercado laboral con la aparición de falsos autónomos, empresas multiservicios que quedan al margen de la negociación colectiva o el incremento de la temporalidad y la contratación a tiempo parcial.

La estructura productiva de Córdoba no facilita, precisamente, la incorporación de las mujeres que buscan un empleo. De los 77.300 desempleados que había en el primer trimestre del año, el 59,4% eran mujeres. Además, la EPA apunta que hay 17.600 subempleadas en la provincia, es decir, que trabajan menos horas de las que querrían, a las que se unen a 15.100 hombres subempleados.

Y tampoco se puede ocultar el crecimiento que se está produciendo de las contrataciones a tiempo parcial en Córdoba, teniendo también a la mujer como protagonista de este tipo de empleos. En el primer trimestre del año se contabilizaba en la provincia una tasa de trabajo a tiempo parcial del 14%, subiendo en la mujer al 25% y bajando en el hombre al 6,3%. Con la crisis, los contratos a tiempo parcial no han dejado de aumentar, al igual que la temporalidad. Así, en el primer trimestre de este año hay 40.700 contratos a tiempo parcial, de los que 30.000 tienen como destinatarias a mujeres. También es la mujer la que tiene que asumir más contrataciones temporales: la tasa de temporalidad de los hombres es del 33%, mientras que la de las mujeres llega al 38%. ¿Qué quiere decir esto? Que de todos los contratos que firma una mujer incluyendo los indefinidos y los temporales, el 38% son temporales, una tasa que supera la media andaluza (35,7%) y la nacional (26,5%).

La Encuesta de Población Activa no hace desglose por sectores de la temporalidad de las contrataciones que se hacen, por lo que el análisis solo es posible a nivel regional. No obstante, sí puede dar algunas señales, como se refleja todos los meses en los datos avanzados por el Ministerio de Trabajo por el tipo de contratos que se hace en Córdoba, de cómo influye la peculiaridad del tejido productivo cordobés en que la provincia tenga unas de las mayores tasas de contratos temporales de España (entre enero y marzo sumaron el 97,3% del total y se situó como la segunda provincia española con más contratos de este tipo). La EPA refleja en Andalucía que la tasa de temporalidad es del 81% en la agricultura, un sector que tiene una gran influencia en Córdoba al absorber la mitad de las contrataciones anuales. Menor tasa de temporalidad se observa en construcción (55%), servicios (28%) e industria (26%).

La crisis provocó una enorme destrucción del tejido productivo cordobés, que arrastró a miles de cordobeses al desempleo. Pese al tiempo que ha transcurrido y a la mejora de los últimos años en la creación de empleo, Córdoba está aún lejos de los niveles anteriores a la crisis económica. La EPA destaca que en la provincia hay 289.800 ocupados, de los que 169.700 son hombres y 120.100, mujeres. En el inicio de la crisis, tomando como referencia el primer trimestre del 2008, en la provincia había 321.100 contratados, es decir, 31.300 más de los que se registran en la actualidad. La mayor destrucción de empleo se ha producido en la construcción, que contabiliza ahora 15.600 ocupados cuando en el 2008 llegaban a 43.500. Han desaparecido 27.900 trabajadores. El sector servicios, como entonces, es también el que contabiliza más empleados (192.600), aunque aún no ha llegado a los niveles del 2008, cuando había 196.600. También existen menos trabajadores en la agricultura (39.000 frente a 42.300). El dato positivo se observa en la industria, que recoge 3.800 empleos más que en el 2008 al registrar 42.600 ocupados.