La fuente de la cordobesa plaza de las Tendillas ha ofrecido durante esta mañana y hasta bien pasado el mediodía una imagen insólita. A los pies de la estatua escuestre Gran Capitán crecía una gran nube de espuma, que poco a poco, y gracias al trabajo de los operarios de Emacsa, ha ido desapareciendo.

Al parecer, alguien arrojó detergente al agua de la fuente durante la noche.

Los operarios de la empresa municipal han acordonado la fuente mientras trabajaban para evitar resbalones.