La consejera de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María José Sánchez Rubio, ha animado esta mañana en Córdoba a "no tirar la toalla" en el tratamiento de los menores que realizan agresiones sexuales en relación con el caso ocurrido en Jaén la semana pasada, una vez conocido que los agresores ni siquiera tienen la edad mínima para ser imputables. "Respecto a los menores no imputables, que tienen menos de 14 años, hay que hacer un trabajo comunitario, en el entorno social y familiar porque, con seguridad, hay un problema en su entorno que le hace actuar de esta forma", ha indicado. En opinión de la consejera, "nunca se puede tirar la toalla con un niño", por lo que en estos casos, los equipos de tratamiento familiar van encaminados a "saber por qué, intervenir y prevenir para que el futuro estos niños tengan una vida normalizada y no reproduzcan este tipo de comportamientos".

En cualquier caso, ha insistido en distinguir a víctimas y agresores. "Es muy importante que haya una gran protección de las víctimas para evitar que sufran una doble victimización, para que no se vean sometidos a una presión social y mediática añadida".

Asimismo, ha recordado que "más del 75% de las agresiones sexuales a menores se dan en el entorno familiar, no por iguales, por adultos que tienen la obligación de proteger a los menores, lo cual es muy terrible y muy grave".

A preguntas de los periodistas sobre el nuevo caso de abusos a un menor con discapacidad en Málaga, la consejera ha dicho que ha tenido información reciente por los medios y que hay abierta una investigación judicial y policial por lo que "hay que dejar un margen, hay que entrar en profundidad y después intervenir desde los equipos para víctimas de violencia sexual".