Julia Entrenas, socia de la agencia Rutas y Ocio Viajes junto a Remedios Sánchez, aborda la situación del sector describiendo los efectos que la crisis sanitaria generada por el coronavirus provoca, a modo de ciclón, en los negocios. En su caso particular, apunta que durante el confinamiento han dejado de realizar en torno a un 50% de las ventas anuales y «se nos ha desplomado todo». De este modo, alude a las limitaciones de la actividad y subraya que «el mayor problema con el que nos encontramos las agencias emisoras, aparte de no poder vender, es que debido a una ley sobre el contrato de viaje combinado, que se modificó hace dos años, somos responsables a partes iguales el organizador y nosotros. Tenemos que responder aunque el organizador no nos devuelva el dinero».

Julia abunda en que «la mayor parte de los compañeros estamos devolviendo todo lo que nos están devolviendo a nosotros. La ley es injusta, nos está machacando», opina. A esto añade que «no nos están haciendo ningún favor entidades como Facua y OCU, dándonos una caña tremenda cuando estamos indefensos».

Esta profesional critica que «los proveedores se están retrasando muchísimo en el pago y luego hacen descuentos para los nuevos productos que quieren vender», y comenta que «nos cambian los mails y los teléfonos para pedir los reembolsos». El aspecto positivo es que «afortunadamente, nuestros clientes lo están entendiendo. Son de mucha confianza», valora.

Esta socia de Rutas y Ocio Viajes denuncia, asimismo, otras situaciones que se están produciendo como que «se están regalando billetes de avión cuando a nosotros no nos dan el dinero que hemos pagado de los clientes», o que «desde la Administración pública lanzan una campaña buscando a influencers y blogueros. ¿Dónde estamos los profesionales del sector?», se pregunta.

Consultada por la demanda, explica que «no es solo que no vendamos, es que estamos cancelando ventas reservadas en el otoño pasado». En esta línea, alude a la situación de incertidumbre generada por la pandemia de coronavirus y señala que «la gente reserva poco para más adelante. Las casas con piscina están siendo la estrella del momento, pero se están pidiendo barbaridades y eso lo busca la gente directamente. De ese producto tenemos muy poco», aclara. Así, sobre estos precios comenta que «aquí, en Córdoba, se están alquilando segundas residencias por 2.000 euros a la semana». Otros clientes, en cambio, buscan destinos de costa y estancias en el norte, pero «poquísimo», destaca.