La noche más fría empezó hace unos días. En los medios de comunicación, en las redes sociales y entre la gente, el pronóstico resonaba con fuerza y una alerta amarilla de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prometía un martes, 11 de enero, de valentía y hazañas para salir de casa. La campiña, la sierra y la zona de los Pedroches estaban en el punto de mira. ‘La noche más fría de la década’ o ‘la noche más fría del año’, como alrededor de toda España se denominó a la madrugada de ayer, dejó en Córdoba mínimas de entre dos e, incluso, cuadro grados bajo cero y una sensación térmica de hasta los -6 grados.

«Creo que es la rueda de prensa más fría que he dado en mi vida», comenzó diciendo uno de los miembros del gobierno municipal. No hubo hazañas. Eso sí, tres buenas capas de ropa hicieron falta para que los cordobeses se pasearan durante la mañana por las calles. La Ribera, como habitualmente, sirvió de pista de atletismo para los más animados y de recorrido para los caminantes, entre los que no falto uno de los temas más comentados del día: el frío.

- «¿Cómo lo están llevando?»

- «Fatal».

Y con una sola palabra sentencian toda pregunta dos vecinas que cruzaron al otro lado de la ciudad desde el Campo de la Verdad. «Pero hoy hace menos frío que ayer», continúan. Porque un título tarda poco en desaparecer entre lo común. Y quizás la ‘noche más fría’ no era tan fría o puede que el frío sea algo psicológico, como repiten algunos vecinos. Y es que, en Córdoba, además de un manto de hielo sobre la provincia, dejó una sensación de indiferencia entre los vecinos de la ciudad, que no faltaron a su rutina diaria. El sol no tardó en despuntar por encima de la Mezquita-Catedral y, por supuesto, eso ayudó. Los cordobeses no dejaron de acudir a las terrazas, como explica el dueño de uno de los locales frente al río Guadalquivir. «El terracista se pone dos chaquetones», explica.

«Estamos al límite: pandemia, enero...», aclara para que, como cuenta, el frío no sirva de excusa por la falta de gente en los bares. «Y el que diga lo contrario, miente». Además, según detalla, «hay un horario que es el que hay», debido a las temperaturas. Señala que el mejor periodo es entre las 13.00 y las 17.00, aproximadamente. «Lo demás está perdido». El reloj sobrepasa la hora de inicio que indica. Sabe que aún está a tiemo de comenzar a llenar las mesas, pues luchar contra el horario de la mañana es complicado.

El vaivén de vecinos no cedió, aunque eran pocos los que pararon por largo tiempo. El viento insitaba a moverse. «Estamos destemplados. No estamos acostumbrados a esto», señalan algunos con prisa. Bajo los chaquetones, sobresalen las camisas y los jerseis. Cercano el mediodía, guantes y bufandas desaparecían hasta nuevo aviso. Unas horas después, el sol comenzaría a ceder paso a una nueva helada, según Aemet. ¿La segunda noche más fría del año o de la década? Quizás.