Rafael Luque Ramírez (Priego de Córdoba, 1993) tenía decidido desde pequeño que quería estudiar algo que estuviera relacionado con la astronomía. El interés le surgió en un curso de astronomía que se celebró en su localidad cuando él tenía 11 o 12 años, actividad tras la cual quedó cautivado por la observación con telescopios. Más adelante, cuando comenzó sus estudios de física en la Universidad de Granada, y concretamente se inició en la asignatura de astrofísica, este prieguense de 25 años tuvo del todo claro que quería dedicarse a la investigación en este campo. Tras graduarse en física, amplió su formación con un máster en astrofísica en la Universidad de Heidelberg (Alemania), donde centró sus investigaciones en el descubrimiento de exoplanetas. La tesis del máster fue calificada con matrícula de honor y también su trabajo de fin de grado. Apasionado también del piano, faceta que ha tenido que dejar aparcada pero que espera retomar en un futuro no muy lejano, Rafael Luque se encuentra desde enero realizando el doctorado en astrofísica en el Instituto de Astrofísica de Canarias, ubicado en Tenerife. La temática de su doctorado versa sobre sistemas planetarios alrededor de enanas rojas (el tipo de estrella más numeroso en nuestra galaxia, la Vía Láctea) y sobre la actividad de sus estrellas anfitrionas. Para la realización de su doctorado cuenta con una de las 57 becas de La Caixa, dotada con 122.592 euros, correspondientes al nuevo programa INPhINIT para jóvenes investigadores nacionales e internacionales, ayudas a las que aspiraban 438 estudiantes de muy diferentes nacionalidades.

-¿Qué importancia tiene la astrofísica en la vida diaria?

-En el aspecto puramente práctico, la mayor parte de la tecnología óptica y electrónica que poseen nuestros smartphones y que utilizamos diariamente es fruto de décadas de desarrollo científico en astronomía (satélites de comunicaciones, GPS, CCDs o paneles solares). Sin embargo, parafraseando a lo que dijo en 1933 el director del observatorio Lick en Estados Unidos, el doctor Robert Grant Aitken: «Para dar al hombre cada vez más conocimiento del universo y ayudarle a aprender humildad y conocer la exaltación, esa es la misión de la astronomía».

-¿Cuando mira al cielo aprecia detalles que pasa por alto el resto de los mortales que no tiene sus conocimientos?

-Cuando salgo con mi telescopio a observar o simplemente a contemplar las estrellas una noche de verano no pienso en trabajo, solo quiero disfrutar y fascinarme con la inmensidad y belleza del espacio.

-¿La beca que ha recibido para hacer el doctorado en el Instituto de Astrofísica de Canarias en qué consiste?

-Es una beca para financiar un contrato doctoral por tres años en cualquier centro de investigación acreditado con el sello de excelencia Severo Ochoa o María de Maetzu. En mi caso es un centro Severo Ochoa. Tiene una dotación económica máxima de 122.592 euros, que incluye un programa de formación presencial en habilidades transversales.

-¿Se siente afortunado de haber obtenido esta beca?

-Me siento muy afortunado de haberla obtenido y ojalá hubiese más becas de este tipo, ya que estoy seguro de que el resto de solicitantes merecen esta ayuda. La convocatoria está abierta para estudiantes de cualquier nacionalidad, con el requisito de haber residido fuera de España dos de los últimos tres años. Gracias a esto, estudiantes españoles que nos marchamos fuera durante el grado o el máster, tenemos la oportunidad de volver a España para doctorarnos. Creo que es una muy buena iniciativa para retener talento en nuestro país.

-Antes de recibir su actual beca hizo un máster en astrofísica en Alemania. ¿Qué le supuso esa experiencia?

-Me fui a Alemania porque quería hacer un máster en el extranjero. Heidelberg es uno de los centros neurálgicos de la astronomía en Alemania y Europa, con hasta 5 centros de investigación en astrofísica, además de contar con la universidad más antigua de Alemania. Estuve dos años y medio viviendo allí y mi experiencia, tanto en lo personal como en lo profesional, no pudo ser mejor.

-Durante ese máster, ¿qué estuvo estudiando?

-Mi trabajo fin de máster consistía en el análisis de sistemas multiplanetarios (con más de un planeta), usando modelos dinámicos. Estos modelos son necesarios cuando las interacciones gravitatorias entre los planetas juegan un papel importante y las leyes de Kepler no son suficientes para explicar el comportamiento de las órbitas. Las interacciones gravitatorias entre los planetas cuando sus órbitas se acercan pueden alterar la estabilidad del sistema e incluso provocar que los planetas colisionen o se alejen. Por ello, cuando se descubren sistemas multiplanetarios no basta con analizar sus propiedades sino que también hay que predecir la estabilidad del sistema durante los próximos millones de años para comprobar la veracidad de las señales detectadas.

-En el Instituto de Astrofísica de Canarias está realizando el doctorado, en concreto sobre sistemas planetarios alrededor de enanas rojas y actividad de sus estrellas anfitrionas. ¿Puede exponer de forma sencilla qué pretende con este estudio y qué puede aportar el mismo?

-Las enanas rojas son el tipo de estrella más numeroso en nuestra galaxia (la Vía Láctea), hasta un 70% del total. Por su pequeño tamaño y masa son candidatas perfectas para descubrir planetas de tipo terrestre orbitando a su alrededor. Mi trabajo consiste en detectar este tipo de planetas similares a la Tierra, superando las dificultades que presentan estas estrellas, debido a su poco brillo y a la actividad de su atmósfera.

-¿El Instituto de Astrofísica de Canarias es el centro más importante que existe en España en esta materia?

-El Instituto de Astrofísica de Canarias no solo se dedica a la investigación, formación del personal investigador y a la divulgación, sino que también administra el Observatorio del Teide y el del Roque de los Muchachos, que conjuntamente forman el Observatorio Norte Europeo. Por la calidad de sus cielos y de su investigación es uno de los principales centros, no solo de Europa sino del mundo.

Rafael Luque ha realizado también estancias formativas en Francia, Canadá y México. Este joven es astrónomo por afición. Ha pertenecido a distintas asociaciones astronómicas andaluzas. A la de Amigos de la Astronomía de Jaén, Grupo de Observación Vía Láctea de Granada y Grupo de Observación Priego. También fue presidente de la Asociación Fotográfica y Astronómica Cielos de Andalucía (Afaca), desde octubre del 2014 a enero del 2018.

-¿Sigue en contacto con estos colectivos desde la distancia?

-Sí, continúo en contacto con los compañeros y observo de cerca la actividad del portal Turismo Astronómico, que comencé con mi amigo el fotógrafo Miguel Gil. Esta labor la continúa ahora Miguel Ángel Pugnaire, de El Nido del Astrónomo.

-Como colaborador oficial que ha sido de las reservas Starlight, ¿cuál ha sido su misión? Aunque ahora resida en Canarias, ¿conoce la actividad que existe en el Valle de los Pedroches?

-Aunque ahora ya no esté involucrado en estas actividades, nuestra misión, cuando era colaborador Starlight, se centraba en la gestión y obtención del certificado Starlight para casas y hoteles rurales en localidades andaluzas con muy poca contaminación lumínica, ideales para la observación astronómica. En cuanto al impulso que en este ámbito se le está dando a la zona de los Pedroches, estoy al tanto y tuve la suerte de ir allí a observar hace unos años cuando Sierra Morena fue declarada Reserva Starlight, la más grande del planeta.

-¿En Canarias qué tipo de labor de este tipo se desarrolla?

-La fundación Starlight fue creada por el Instituto de Astrofísica de Canarias, donde ahora trabajo. El astroturismo en las islas (Tenerife y La Palma principalmente) está muy extendido gracias a la calidad de sus cielos, amparados y protegidos por la Ley del Cielo, y a la oportunidad de visitar los observatorios profesionales europeos más importantes del hemisferio norte.

-¿Se complica actualmente la observación del cielo con la creciente polución ocasionada por las partículas diésel y la contaminación lumínica de las ciudades?

-Sí, y esa es la principal labor de la fundación Starlight, la protección del cielo estrellado, por ejemplo, introduciendo sistemas de iluminación inteligente que eviten la contaminación lumínica, que posibiliten el ahorro energético y mitiguen los efectos del cambio climático; la difusión de la astronomía y la promoción, coordinación y gestión del movimiento Starlight.

-¿Cree que puede haber vida en otros planetas?

-Las investigaciones apuntan a que, si se dan las condiciones necesarias, la vida siempre se abre paso. Creo que todavía estamos muy lejos de detectar vida en planetas que orbitan estrellas distintas a nuestro Sol, aunque los avances en detección de atmósferas exoplanetarias podrán detectar agua y otros componentes similares a los de la atmósfera terrestre en los próximos 20 años. Pero hay un gran trecho entre detectar agua y encontrar vida extraterrestre. Sin embargo, creo que estamos mucho más cerca de lo que pensamos de descubrir vida en las lunas de Júpiter o Saturno. Las próximas misiones espaciales intentarán responder a esta pregunta.

-¿Se atrevería a viajar a Marte o a otro planeta?

-No sin billete de vuelta.

-La formación musical también ha sido una parte destacada de su vida. Realizó el grado profesional de piano. ¿Le gustaría algún día ampliar estos estudios?

-Finalicé el grado profesional de piano en Granada cuando comencé mis estudios de física, pero por falta de tiempo no pude continuar con el grado superior. La verdad es que no tengo la oportunidad de tocar tanto como antes, pero sí que me gustaría alguna vez realizar el grado superior, quizás no en piano, sino en dirección de orquesta.

-¿Conoce a Rafael Garrido, astrofísico de Baena, que es investigador del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía?

-No personalmente, pero si es uno de los nombres propios y pioneros de la investigación en el campo de los exoplanetas de nuestro país, como miembro de las misiones espaciales Corot, de la Agencia Espacial Europea, y de la más reciente, Plato.

-¿Cómo se imagina su futuro cuando acabe la beca de la que ahora se está beneficiando?

-Me gustaría seguir con mi investigación hasta que algún día pueda lograr un puesto como profesor en una universidad, española, a ser posible, aunque la situación es bastante trágica.