La vicepresidenta del Gobierno de España, la cordobesa Carmen Calvo, elogió y agradeció ayer a la asociación feminista Fademur, haber escogido a la propia ciudad califal para celebrar con una jornada, que ha reunido a casi medio millar de participantes, el Día de la Mujer Rural, un hito estrechamente relacionado con uno de los objetivos que “se ha planteado este Gobierno: luchar contra la despoblación de nuestro país”, un fenómeno que divide a la sociedad al rebajar los servicios y las condiciones de los ámbitos agrarios y menos poblados, condenándolos a una “real inferioridad de condiciones”.

Ante esta situación, Calvo contrapuso la necesidad de aumentar la “cohesión social” a través de una mayor cohesión del territorio, coincidiendo con el objetivo de la jornada que ha venido a clausurar y en la que Fademur reivindica el papel de las mujeres productoras y del medio rural en la futura PAC. Al respecto, insistió en la necesidad de que tanto en España como desde el resto de la UE se promueva el papel de la mujer en el medio rural, defendiéndose el peso de las ayudas de la PAC para España.

Carmen Calvo, que mantuvo un encuentro con la prensa antes del acto de clausura de la jornada, fue preguntada por la reunión mantenida por la mañana en Barcelona con Elsa Artadi, consellera y portavoz del Govern de la Generalitat, para obtener un acuerdo, entre otros sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE). Al respecto, Calvo defendió una “normalización de la política” y advirtió que con el Gobierno de Pedro Sánchez ha llegado “una manera de hacer política, una manera que ha llegado para quedarse” y que busca acuerdos, como los que se han conseguido en el Congreso de los Diputados, en donde gracias al diálogo “no hemos tenido ninguna derrota en la Cámara” hasta el momento. Calvo contrapuso estas nuevas formas de la política, aludiendo a partidos de la oposición, a la de crispar a la población, sin darse cuenta de que “convertir la política en una batalla” termina resultando “peligroso” porque solo se logra el desapego por parte del ciudadano a la democracia.

Capítulo aparte, la vicepresidenta también fue preguntada sobre las declaraciones de la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, esta mañana de que el Ejecutivo “está comprometido con la exhumación” de Francisco Franco del Valle de los Caídos, “no con la inhumación” de sus restos o su destino final, que corresponden a la familia del dictador, todo ello ante la posibilidad de que los familiares dejen los restos de Franco en la céntrica catedral madrileña de La Almudena. Como también Celaá informó de que será Carmen Calvo la que mantenga una próxima reunión a final de mes con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parollini, la prensa preguntó a la vicepresidenta si tratará con el representante de la Iglesia este asunto, lo que negó. Al respecto, la vicepresidenta reiteró la postura del Ejecutivo, que ha sido la de responder a un mandato internacional para evitar la exhaltación al dictador, lo que ha llevado a plantear la prevista exhumación del Valle de los Caídos, aunque posteriormente también hay que corresponder a ese mismo precepto “que nos obliga a que no haya exaltación de la dictadura” pero siempre recordando que “los restos de Franco pertenecen a su familia”.