Todavía no la conocen, pero ya tienen buenas expectativas. Estudiantes de Derecho y de Medicina han valorado la apertura de la Ciudad de la Justicia como un equipamiento que puede contribuir a mejorar su experiencia con sus futuras profesiones y también por la posibilidad de que un edificio moderno y un buen ambiente de trabajo contribuyan, incluso, a orientar sus vocaciones profesionales.

Estas son algunas impresiones de alumnos consultados por este periódico, entre las diversas especialidades que pueden relacionarse con la Justicia. Pedro Rivera, estudiante del sexto curso de Derecho y de Administración y Dirección de Empresas, y presidente del Consejo de Estudiantes de su facultad, afirma que ha propuesto en su centro que se organice una visita para que los estudiantes conozcan las nuevas dependencias, y que dos áreas se han interesado ya por llevarlos. En su opinión, es «una ventaja» que todos los órganos se vayan a reunir en el mismo espacio, ya que cuando estén en Arroyo del Moro se podrán conocer varios órganos el mismo día. Además de esto, cree que sería positivo realizar prácticas en las instalaciones y admite que «hay estudiantes que salen de la carrera sin haber pisado un juzgado». En su caso, en seis años solo ha ido con un profesor. De este modo, entiende que han pasado de la licenciatura al grado (de cinco a cuatro años), pero «los temarios siguen siendo muy amplios y no da tiempo de explicar toda la materia», y esta situación puede ser una de las causas por la que no realizan más prácticas. Por su parte, Sara Salas, alumna del cuarto curso de Derecho, recuerda que el verano pasado hizo prácticas en el juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba y cree que «se nos debería explicar más todas las salidas profesionales que existen». Ella quiere ser jueza en el futuro, por lo que su destino laboral podría encontrarse en la Ciudad de la Justicia. En sus prácticas, observó que «es cierta la falta de medios» y confía en que con las nuevas instalaciones «las condiciones de trabajo sean mejores». Pedro, en cambio, explica que «me gusta la enseñanza y no descarto hacer el máster en abogacía», por lo que quizá también tenga que acudir a este edificio por motivos laborales. Para él, el nuevo equipamiento «repercute en beneficio de toda la ciudad».

Una de las primeras sedes en trasladarse a la calle Isla Mallorca a mediados de septiembre ha sido el Instituto de Medicina Legal. El presidente del Consejo de Estudiantes de Ciencias de la Salud y alumno del quinto curso de Medicina, Javier Reina, apunta que la valoración de los alumnos sobre las prácticas en esta entidad es «muy positiva y nos gustaría que pudiesen ser más», aunque circunstancias como el tamaño de las instalaciones o el número de estudiantes inciden en que se limiten.

Reina señala que el estudio de la asignatura Medicina Legal y Ética, en el quinto curso de la carrera, es la ocasión en la que «muchos estudiantes la descubren». Su conocimiento implica la realización de tres prácticas en el Instituto de Medicina Legal, que ahora se tendrán que desarrollar en la Ciudad de la Justicia. En este sentido, piensa que «las nuevas instalaciones podrían ayudar a que la profesión sea más atractiva», ya que «es muy importante el clima de trabajo». En su opinión, «cuando coincide que tienes a buenos profesionales y motivados, esto ayuda a que los alumnos se decidan por la especialidad», sin olvidar que Medicina Legal y Forense «es una de las muchas que se pueden coger» al finalizar la carrera.