Los responsables de la Gerencia Municipal de Urbanismo mantuvieron ayer una reunión con los propietarios y los arrendatarios de la plaza de toros de Córdoba para abordar la concesión de licencias para espectáculos multitudinarios como los conciertos, que en algunas ocasiones han generado problemas. La reunión se celebró, según informó ayer el primer teniente de alcalde, Pedro García, a propuesta de Urbanismo en el Ayuntamiento de Córdoba y finalizó con la propuesta de unificar los criterios técnicos para la concesión de dichas licencias, para que no queden al arbitrio interpretativo de una persona. Por otra parte, los responsables de la plaza de toros también se comprometieron a acometer algunas mejoras en el recinto, como la mejora de la señalización de las salidas.

El establecimiento de unos criterios homogéneos para la concesión de licencias no eximirá a los promotores de los conciertos a presentar los prescriptivos informes a Urbanismo, que es quien debe conceder en último extremo el permiso, cada vez que se quiera organizar un concierto.

La reunión de ayer se produce después de que este verano se registrara un nuevo incidente previo al concierto de Kiss, programado dentro del Festival de la Guitarra, que tuvo lugar en la plaza de toros el 12 de julio. El espectáculo recibió la licencia in extremis, ya que el día de antes un informe «desfavorable» incluyó «una decena de observaciones» por no cumplirse las condiciones de «seguridad, salubridad, accesibilidad, protección acústica y contra incendios». En septiembre del 2014, la falta de licencia llegó a la situación más extrema, al tenerse que suspender el concierto que tenía previsto la cantante Malú en Córdoba. En aquel informe se determinaba que las instalaciones no reunían los requisitos necesarios para la celebración de este tipo de eventos.